Los ganaderos celebran con cautela las mayores primas para plantas de purines

El sector prevé salir de pérdidas, pero no dar carpetazo a sus problemas

Los ganaderos catalanes y la Generalitat acogieron con satisfacción este jueves la decisión del Consejo de Ministros de incrementar en un 20,7% la prima por producción de electricidad para las plantas de cogeneración que tratan purines. Pese a que la subida no alcanza los niveles deseados (en torno al 25%) por el sector y que éste rechaza hablar de "solución definitiva" a la falta de rentabilidad de estas instalaciones, sí se coincide en que se garantiza al menos que estas plantas, esenciales para atajar la contaminación, no estén condenadas a los números rojos.

El porcino catalá...

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Los ganaderos catalanes y la Generalitat acogieron con satisfacción este jueves la decisión del Consejo de Ministros de incrementar en un 20,7% la prima por producción de electricidad para las plantas de cogeneración que tratan purines. Pese a que la subida no alcanza los niveles deseados (en torno al 25%) por el sector y que éste rechaza hablar de "solución definitiva" a la falta de rentabilidad de estas instalaciones, sí se coincide en que se garantiza al menos que estas plantas, esenciales para atajar la contaminación, no estén condenadas a los números rojos.

El porcino catalán supone el 26% de todo el español, pero su elevada concentración en ciertas zonas las convierte en focos de un problema de contaminación por nitratos, a raíz de los purines "proporcionadamente mayor que en ningún otro lugar del Estado". Así se lo escribió hace algunas semanas al Gobierno central el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Antoni Siurana, en una carta en la que explicaba su proyecto Columela para levantar 19 plantas de tratamiento de purines en Cataluña (hoy hay cinco), y para tratar con ellas unos excedentes equivalentes al 8% del nitrógeno producido por la ganadería intensiva catalana.

Pero Siurana planteaba también sus problemas de viabilidad económica. El consejero declaró este jueves que las plantas que ya funcionan "pueden ver el futuro con mayor optimismo, y puede desencallarse el funcionamiento de otras nuevas". Pese a tildar la subida de "excelente noticia", el presidente de la Asociación Técnicosanitaria del Porcino de Osona (Assaporc), Isidre Castanyer, dijo que "no es una solución definitiva": la rentabilidad de las plantas está ligada a las subvenciones y al uso de un combustible fósil. Y no se sabe cómo evolucionarán.

"La subida no es la solución pero sí una solución, al menos allí donde existen muchas explotaciones familiares", opina el presidente de la empresa VAG, Eduard Cau. "Podremos salir de las pérdidas casi permanentes, aunque dudo que podamos lograr ser realmente rentables", añadió Antoni Badia, gerente de la sociedad Tracjusa. Xavier Toneu (JARC-Osona) afirma que la medida "evitará que se dispare el precio que pagan los ganaderos para llevar el purín a tratar".

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