LA ENFERMEDAD DE ARAFAT

Los grupos palestinos llegan a un acuerdo para garantizar una transición pacífica

La nueva dirección de los territorios ocupados busca el apoyo de EE UU al proceso

La nueva dirección palestina ha empezado a buscar la protección y el apoyo de Estados Unidos para conducir el proceso de transición, que se iniciará en el momento que se anuncie oficialmente la muerte de Yasir Arafat. Conscientes del enorme reto, el tándem Mahmud Abbas-Ahmed Qurei ha establecido contactos con la nueva Administración norteamericana y potenciado el diálogo con los distintos grupos políticos y policiales palestinos, con los que ha pactado un plan de pacificación de la franja de Gaza. Esto supone un nuevo paso hacia el gran acuerdo nacional.

El secretario general de la Orga...

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La nueva dirección palestina ha empezado a buscar la protección y el apoyo de Estados Unidos para conducir el proceso de transición, que se iniciará en el momento que se anuncie oficialmente la muerte de Yasir Arafat. Conscientes del enorme reto, el tándem Mahmud Abbas-Ahmed Qurei ha establecido contactos con la nueva Administración norteamericana y potenciado el diálogo con los distintos grupos políticos y policiales palestinos, con los que ha pactado un plan de pacificación de la franja de Gaza. Esto supone un nuevo paso hacia el gran acuerdo nacional.

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El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, y el primer ministro, Ahmed Qurei, se han reunido este fin de semana con varios emisarios de Estados Unidos; primero lo hicieron con el cónsul norteamericano en Jerusalén, David Pearce, y ayer con Elizabeth Dibble, una alta funcionaria de la sección para Oriente Próximo del Departamento de Estado, que ocupa el quinto lugar en la oficina de Williams Burns, el encargado de la zona. Estos primeros contactos culminaron más tarde en un comunicado del Comité Ejecutivo de la OLP en el que se señala la voluntad palestina de "cooperar con la Administración estadounidense", al tiempo que felicita a George W. Bush por su reciente victoria electoral.

El artífice de esta operación de acercamiento a Estados Unidos es el secretario general de la OLP, Mahmud Abbas, quien mantiene excelentes relaciones con la Casa Blanca y en especial con George W. Bush. El presidente de EE UU, durante su anterior mandato, como primer ministro, habló siempre en términos elogiosos de Mahmud Abbas, hasta el punto de imponer su nombre a Yasir Arafat para que marzo de 2003 fuera nombrado primer ministro, aunque en el cargo duró sólo seis meses.

Bush y Abbas se han entrevistado al menos en tres ocasiones; dos en junio del pasado año en Sharm el Sheij (Egipto) y en Áqaba (Jordania), con ocasión del lanzamiento de la Hoja de Ruta patrocinada también por la ONU, Rusia y la UE. Un mes más tarde, Bush le recibió en la Casa Blanca, lo que constituyó el primer contacto de la Administración republicana con un alto dirigente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El pragmatismo político de Mahmud Abbas, consciente de que la ayuda de Estados Unidos es imprescindible para frenar los pies a Israel, inspiraba sin duda horas más tarde el comunicado de felicitación de la OLP a Bush, en un intento de corregir las declaraciones tempestuosas de algunos dirigentes de la ANP, entre ellos el propio Yasir Arafat y el ministro de Exteriores, Nabil Shaat, que se habían manifestado en contra de la candidatura republicana y habían apoyado abiertamente al candidato demócrata John Kerry.

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Reunión tripartita

La nueva dirección palestina dio asimismo ayer otro paso importante en el proceso de consolidación de un gran pacto nacional en el transcurso de una reunión tripartita celebrada en Gaza, a la que asistieron en nombre de la Autoridad Nacional Palestina el primer ministro Ahmed Qurei; el jefe de los servicios de seguridad en la franja, el general Musa Arafat, y los representantes de los 13 grupos que impulsan la Intifada y que se encuentran agrupados en la Coalición de las Fuerzas Nacionales e Islámicas.

La reunión culminó con la elaboración de un plan de seguridad, por el que los grupos y los cuerpos de seguridad se han comprometido a no utilizar las armas para arreglar sus conflictos internos, finalizando de esta manera con los incidentes que, de una manera prácticamente continuada, se han estado produciendo desde hace dos años y se han incrementado desde julio.

"Se trata de restaurar la disciplina y la ley. Cada uno debe ser responsable de restablecer la seguridad, incluidos los aparatos de seguridad y las facciones palestinas", aseguró el primer ministro, quien dijo que el proceso de diálogo con las fuerzas de Gaza no había hecho más que empezar, ya que encima de la mesa han quedado el tema de una posible tregua de la Intifada y la participación de estas fuerzas en un Gobierno de unidad nacional.

A pesar del proceso político en que se encuentra sumida la Administración y los dirigentes palestinos, el Gobierno de Israel continuó ayer impulsando la maquinaria bélica, provocando entre otras muertes la de un niño de 14 años, tiroteado por los soldados en Yenín cuando regresaba de la escuela. El pequeño murió desangrado, con un tiro en la cabeza, mientras los militares impedían el acceso de una ambulancia. Otros cuatro militantes palestinos murieron en Kalkilia y en un asentamiento de Gaza en el transcurso de sendos incidentes.

El ex primer ministro, Mahmud Abbas, se dirige a la prensa delante del cuartel general palestino en Ramala.EFE

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