El entorno de Arafat asegura que su enfermedad no es mortal

Francia reclama libertad de movimientos para el líder palestino

Colaboradores de Yasir Arafat en París desmienten que su líder sufra una enfermedad mortal, sin aguardar a la difusión de un parte médico que avale esta versión. Tampoco el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, ha esperado al final de los exámenes para pedir a Israel que devuelva "libertad de movimientos" a Arafat, además de recordar su legitimidad como presidente de la Autoridad Palestina.

La impaciencia política se ha adelantado a las explicaciones médicas sobre el estado de salud del enfermo, que se hacen esperar.

Después de descartar la leucemia, los médicos de Araf...

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Colaboradores de Yasir Arafat en París desmienten que su líder sufra una enfermedad mortal, sin aguardar a la difusión de un parte médico que avale esta versión. Tampoco el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, ha esperado al final de los exámenes para pedir a Israel que devuelva "libertad de movimientos" a Arafat, además de recordar su legitimidad como presidente de la Autoridad Palestina.

La impaciencia política se ha adelantado a las explicaciones médicas sobre el estado de salud del enfermo, que se hacen esperar.

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Después de descartar la leucemia, los médicos de Arafat buscan otras causas del brusco deterioro de su salud, según informan los consejeros que le han acompañado a Francia. Sólo ellos tienen acceso al líder, aparte de la esposa de Arafat y del equipo médico. Por lo tanto, ellos son la única fuente de las informaciones que describen a un Arafat que ayer, domingo, se levantó, rezó, leyó el Corán y empezó a comer "poquito a poco", sin vomitar. "Su situación es estable y los médicos están contentos", aseguró la representante de Palestina en Francia, Leila Chahid, tras su habitual visita diaria al enfermo.

El único problema médico conocido es la falta de plaquetas sanguíneas, que exigió una transfusión nada más llegar al hospital militar, a las afueras de París, el viernes pasado. Las fuentes palestinas no descartan un envenenamiento o una administración errónea de medicamentos, pero se muestran menos tajantes en este punto que a la hora de descartar enfermedades como la leucemia. "Puede curarse", insistió a los periodistas Nabil Abu Rudaina, el principal consejero de Arafat. En el entorno del líder se asegura que éste habla con las personas que le rodean e incluso ha pedido seguridades de que los funcionarios palestinos podrán cobrar sus salarios al final del periodo de Ramadán. El esperado parte médico adquiere así una importancia capital. La apertura de una nueva etapa puede depender de las perspectivas de vida que le queden a Arafat, un tema tabú entre los consejeros, que aguardan en un hotel de la capital francesa y se desplazan de vez en cuando al hospital, situado en las afueras. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha anticipado la posibilidad de negociar de nuevo sobre la base de la Hoja de Ruta, siempre que se haga con "una nueva dirección palestina seria y responsable", en referencia aparente a Mahmud Abbas, número dos de la OLP y ex primer ministro. Este último puntualizó ayer que sigue en contacto con el líder hospitalizado en París.

Presidente legítimo

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A través de una emisora de radio, Michel Barnier resaltó la legitimidad del presidente de la Autoridad Palestina, dando a entender que el Gobierno francés le considera parte de cualquier evolución futura de la situación. El ministro habló como si diera por hecho que Arafat podrá regresar a Ramala e incluso mencionó las garantías dadas por Israel de que no pondrá obstáculos. "Espero que un día u otro, lo más temprano posible, [Arafat] recupere una libertad de movimientos, porque la situación por la que se le ha hecho pasar en Ramala no es digna", agregó.

Para el jefe de la diplomacia francesa, su país y toda Europa, así como Estados Unidos y los Estados árabes, deben ponerse a trabajar para restaurar el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Barnier viajó a Israel el 19 de octubre, después de haber visitado a Arafat en Ramala, el 30 de junio, momento que aprovechó para criticar las condiciones de confinamiento del líder palestino y pedirle apoyo al plan de retirada de Sharon de la franja de Gaza.

El primer ministro israelí manifestó ayer que no permitirá que Arafat sea enterrado en Jerusalén, aunque confirmó que el líder palestino podrá regresar a Cisjordania, informa Efe desde Jerusalén. "Mientras siga siendo primer ministro, Arafat no será enterrado en Jerusalén", reiteró Sharon en la reunión semanal del Consejo de Ministros.

El jefe del Ejecutivo respondía así a una propuesta del ministro de Agricultura, Israel Katz, según la cual Israel no debería permitir que el presidente palestino regresara a la ciudad cisjordana de Ramala. Al respecto, Sharon dijo que "Israel se ha comprometido a permitir el regreso a Arafat a los territorios".

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