Printer cierra su planta de Barcelona, con 398 trabajadores

La empresa de artes gráficas Printer, filial de Bertelsmann AG, presentó ayer el expediente de regulación de empleo (ERE) por la totalidad de la plantilla, en cumplimiento con su amenaza de cerrar la planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). El cierre, que afecta a 398 personas, se debe, además de a las pérdidas de 5 millones de euros anuales de los últimos años, al rechazo por parte del comité de empresa de la última oferta de la dirección. Ésta, quejosa con los niveles salariales de la fábrica respecto de la media del sector, proponía un recorte de entre el 18,5% y el 19,7% para los actu...

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La empresa de artes gráficas Printer, filial de Bertelsmann AG, presentó ayer el expediente de regulación de empleo (ERE) por la totalidad de la plantilla, en cumplimiento con su amenaza de cerrar la planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). El cierre, que afecta a 398 personas, se debe, además de a las pérdidas de 5 millones de euros anuales de los últimos años, al rechazo por parte del comité de empresa de la última oferta de la dirección. Ésta, quejosa con los niveles salariales de la fábrica respecto de la media del sector, proponía un recorte de entre el 18,5% y el 19,7% para los actuales empleados.

Los sindicatos estaban dispuestos a realizar sacrificios salariales, pero no encajaban que de facto se instaurara un sistema de doble escala salarial que implicaba que los nuevos empleados que se incorporaran a la planta cobraran hasta un 45% menos.

A la decisión de presentar a la Generalitat un expediente de cierre, se suma la de hacer efectivos los 54 despidos que estaban pendientes del ERE aprobado por la Generalitat el año pasado. Este expediente afectaba a 98 personas, de las que hasta ahora se había despedido sólo a 46.

Pero puede que no todo esté perdido. Tanto fuentes de la dirección, encabezada por Günter Nathaus, como sindicales, subrayaron ayer su interés en que la planta no cierre. La dirección asegura que con su oferta de recorte salarial, junto con los 46 despidos, alcanzaría un ahorro de 6,2 millones de euros, lo que le permitiría abandonar los números rojos y afrontar nuevas inversiones en maquinaria. Los sindicatos buscan la manera de encontrar una fórmula alternativa a la doble escala, y piensan debatirlo la semana próxima.

Por su parte, el consejero de Trabajo e Industria de la Generalitat, Josep Maria Rañé, advirtió ayer a Printer que solicitar el cierre "no quiere decidir que éste se produzca" y que tendrá que demostrar "muy bien" los motivos que le han llevado a presentar el expediente, informa Judith Casals.

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