Fernando Solanas conmueve con su documental 'Memoria del saqueo'
Néstor Kirchner le entregó el premio de honor en Mar del Plata
Conmocionó Fernando Solanas con Memoria del saqueo, su documental sobre los errores y engaños de la dictadura y democracia argentinas que desembocaron en la crisis de 2001. El público del Festival de Mar del Plata lanzó insultos contra Carlos Menem y sus colaboradores, y lloró ante las escenas de hambruna de este impactante testimonio que se proyectó la noche del sábado en el Teatro del Auditórium.
El cineasta recogió el primer premio Astor del certamen de manos del presidente, Néstor Kirchner. "Es un testimonio que cuento en primera persona como testigo de buena parte de nuestra...
Conmocionó Fernando Solanas con Memoria del saqueo, su documental sobre los errores y engaños de la dictadura y democracia argentinas que desembocaron en la crisis de 2001. El público del Festival de Mar del Plata lanzó insultos contra Carlos Menem y sus colaboradores, y lloró ante las escenas de hambruna de este impactante testimonio que se proyectó la noche del sábado en el Teatro del Auditórium.
El cineasta recogió el primer premio Astor del certamen de manos del presidente, Néstor Kirchner. "Es un testimonio que cuento en primera persona como testigo de buena parte de nuestra historia y protagonista de los episodios de la década de los noventa. Vi la película como una cámara desde mis ojos que en lento travelling recorre la ciudad", explicó poco antes Solanas, a quien todos en Mar del Plata llaman por su apodo, Pino.
Memoria del saqueo recoge el decálogo de mentiras, mala gestión y traiciones de las administraciones argentinas desde 1976 a 2001. "Traidor", gritó un espectador al ver a Carlos Menem en pantalla; "hijo de...", le insultaron otros, al tiempo que muchos asistentes rieron ante las falsas palabras que escucharon de sus antiguos mandatarios democráticos.
Las instituciones monetarias mundiales y multinacionales extranjeras, entre ellas Repsol y Telefónica, también salen mal paradas en este trabajo con el que su autor intenta explicar por qué existe la hambruna en Argentina y cómo ha regresado al Tercer Mundo un país eminentemente rico. "Debía contar a las generaciones que me siguen lo que ocurrió con imágenes y en un orden no manipulado", señaló Solanas, que nació en Buenos Aires en 1936 y se exilió en Francia durante la dictadura militar.
"La reacción del público es natural. Esta película te revuelve las tripas. Es hermosa, de una fuerza impresionante. Reactiva al Pino Solanas de La hora de los hornos, su debú de 1968, como si fuera su nieto quien la hubiera realizado. Tiene la memoria y pluralidad que aporta la experiencia y la fuerza combativa de un joven", explicó emocionado Fernando Birri, el patriarca del cine social argentino, que ayer recogió el tributo que le brinda el festival.
La sombra de los disturbios y la caída del Gobierno de diciembre de 2001 también está latente en Adiós, querida luna, el primer filme argentino en la sección oficial a concurso. Comedia negra, en claves de ciencia-ficción, ridiculiza los aires de grandeza de los gobernantes del país. Su director, Fernando Spiner, tuvo que rodarla en tres etapas, entre 2001 y 2003, al perder la financiación originaria. "La crisis agudiza el ingenio. Vivimos una catástrofe económica y social, pero nos negamos a morir como artistas. Están surgiendo muy buenas producciones, de primer nivel artístico, y si las ayudas se mantienen, nuestro cine crecerá", dice Sergio Bizzio, guionista y autor de la obra en que se basa Adiós, querida luna.
El presidente Kirchner garantizó ayer la continuidad del apoyo gubernamental al cine al anunciar en Mar del Plata exenciones fiscales para la industria y ayudas a la promoción de los filmes argentinos en el extranjero.