El 'Hubble' fotografía varias de las primeras galaxias del universo

El telescopio espacial observa con sus nuevas cámaras un fragmento del cosmos

Gracias a los instrumentos científicos avanzados que los astronautas instalaron en el telescopio Hubble en la última misión de servicio del observatorio, los astrónomos han logrado fotografiar un fragmento minúsculo del universo en el que se distinguen las primeras galaxias que debieron de formarse en la historia del cosmos, apenas 400 millones de años después del Big Bang. La observación, llamada campo ultraprofundo, fue presentada ayer.

El telescopio espacial ha dedicado 400 órbitas alrededor de la Tierra, desde septiembre de 2003 hasta enero de este año, a esta observación, qu...

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Gracias a los instrumentos científicos avanzados que los astronautas instalaron en el telescopio Hubble en la última misión de servicio del observatorio, los astrónomos han logrado fotografiar un fragmento minúsculo del universo en el que se distinguen las primeras galaxias que debieron de formarse en la historia del cosmos, apenas 400 millones de años después del Big Bang. La observación, llamada campo ultraprofundo, fue presentada ayer.

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El telescopio espacial ha dedicado 400 órbitas alrededor de la Tierra, desde septiembre de 2003 hasta enero de este año, a esta observación, que va más lejos aún que las ya históricas observaciones de campo profundo del Hubble en 1995 (bóveda celeste septentrional) y 1998 (bóveda austral). Ahora, con el campo ultraprofundo, el observatorio ha llegado hasta las galaxias más lejanas, a unos 13.000 millones de años luz de la Tierra. Son las primeras que debieron formarse en el universo. "El Hubble nos transporta prácticamente a una distancia de tiro de piedra del Big Bang", comentó ayer Massimo Stiavelli, del Instituto Científico del Telescopio Espacial Hubble (STScI), en Baltimore (EE UU).

Lo que los cosmólogos ven en estas fotografías -en realidad son dos campos profundos, uno realizado con la cámara ACS en luz visible y otro con la infrarroja Nicmos- es el universo hasta cuando era muy joven, entre 400 y 800 millones de años después de la gran explosión inicial. Y distinguen unas 10.000 galaxias. Entre las más lejanas se aprecian varias formas, tamaños y colores, algunas en formación y otras interactuando entre sí. Es un panorama diferente del que se aprecia en el universo más cercano, es decir ahora, que está lleno de galaxias espirales y elípticas típicas, resaltan los científicos.

"El campo ultraprofundo es, desde todos los puntos de vista, una mejora de lo que fueron los campos profundos, Norte y Sur, del Hubble", explicó a EL PAÍS Alberto Fernández Soto, astrónomo del Observatorio de la Universidad de Valencia, que ha trabajado en el STScI. "No sólo el tiempo de exposición ha sido más largo, sino que la nueva cámara ACS tiene un campo tres veces más grande que la anterior y es tres veces más sensible; en total la eficiencia de esta cámara es 10 veces mejor que la anterior".

Las imágenes de campo profundo se hacen apuntando el telescopio hacia un fragmento muy reducido del cielo y se captan todos los objetos visibles con la cámara desde aquí hasta donde abarca la visión del observatorio. El campo ultraprofundo presentado ayer, localizado en la constelación Fornax, es, por área, unas tres veces mayor que los campos profundos anteriores del Hubble. Aún así es un cuadrado muy pequeño, con un lado equivalente a un décimo del diámetro de la luna llena.

Sin lentes gravitatorias

Con telescopios gigantes en tierra también se están viendo galaxias del cosmos primitivo, cuando empezaban a formarse estos conjuntos de estrellas. Pero siempre tienen que recurrir al fenómeno de lente gravitatoria, que amplifica la luz de los objetos muy lejanos. Sin embargo, el Hubble, desde su posición privilegiada en órbita y pese a su no demasiado grande espejo de 2,4 metros de diámetro, es capaz de ver los objetos del universo remoto directamente. Las galaxias más alejadas que aparecen en el campo ultraprofundo tienen un valor Z (corrimiento al rojo, indicador que puede traducirse en distancia) de hasta 12, mientras que la galaxia más lejana descubierta hasta ahora desde la Tierra, con los telescopios VLT europeos, tiene un valor de Z igual a 10.

Fernández Soto estaba ayer trabajando con los datos del campo ultraprofundo de Hubble en Nueva York, con sus colegas de la Universidad de Stony Brook. Lo insólito era el lugar: el planetario de la ciudad, el Rose Center, en el Museo de Historia Natural. "Hemos traído varios ordenadores, incluido un supercomputador de 40 procesadores, y estamos un grupo de Stony Brook, otro de la Universidad de Columbia y gente del museo, casi 20 personas, trabajando en vivo y en directo", explicó por teléfono. Se trata de una iniciativa de divulgación, bautizada Ciencia viva, que se mantendrá hasta el próximo domingo.

El campo ultraprofundo captado por el Hubble.NASA/ESA

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