La terapia antisida en embarazadas aumenta el riesgo de resistencias

El uso de una dosis de nevirapina (un medicamento contra el VIH) es el mejor método para evitar que una embarazada portadora transmita el virus a su hijo durante el parto. Pero este tratamiento tiene su riesgo a largo plazo para la mujer: puede causar mutaciones en el VIH, y aumentar el fracaso de las terapias que pueda necesitar la madre, según un estudio presentado el lunes en la XI Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) de San Francisco (EE UU).

Pese a todo, los autores del trabajo, realizado con 90 mujeres en Tailandia por un equipo dirigido por Gonzague Jou...

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El uso de una dosis de nevirapina (un medicamento contra el VIH) es el mejor método para evitar que una embarazada portadora transmita el virus a su hijo durante el parto. Pero este tratamiento tiene su riesgo a largo plazo para la mujer: puede causar mutaciones en el VIH, y aumentar el fracaso de las terapias que pueda necesitar la madre, según un estudio presentado el lunes en la XI Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) de San Francisco (EE UU).

Pese a todo, los autores del trabajo, realizado con 90 mujeres en Tailandia por un equipo dirigido por Gonzague Jourdan, de la Universidad de Harvard, mantienen que la nevirapina es el mejor método para evitar la transmisión madre-hijo, ya que reduce un 80% las infecciones infantiles.

También Robert Gallo, uno de los descubridores del VIH, alertó ayer en Madrid sobre el peligro de la aparición de resistencias en África, ahora que la población empieza a tener acceso a los antivirales. "No basta con dar los fármacos e irse. Si no se crean las infraestructuras necesarias, en tres o cinco años el resultado puede ser devastador", dijo Gallo durante la firma de un acuerdo de investigación con el Ministerio de Sanidad.

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