Grass entusiasma a sus paisanos

Günter Grass leyó ayer por la tarde poemas de su último libro, Letze tänze, algunos, eróticos de tono bastante caliente, otros, los más, nostálgicos, la vida que pasa. El Nobel alemán cumplirá 76 años el próximo 16 de octubre. Está en plena forma. En un inmenso hangar, en el pabellón uno, ya había una enorme cola media hora antes de que empezase la ¿fiesta?, ¿jolgorio? Lo que fuese, y fue fantástico. Primero música, de los años cuarenta, y al personal, de todas las edades, ya se le movían los pies... Estaba la gente de su editorial, Stdeidl, el director de la feria, Volker Neuman...

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Günter Grass leyó ayer por la tarde poemas de su último libro, Letze tänze, algunos, eróticos de tono bastante caliente, otros, los más, nostálgicos, la vida que pasa. El Nobel alemán cumplirá 76 años el próximo 16 de octubre. Está en plena forma. En un inmenso hangar, en el pabellón uno, ya había una enorme cola media hora antes de que empezase la ¿fiesta?, ¿jolgorio? Lo que fuese, y fue fantástico. Primero música, de los años cuarenta, y al personal, de todas las edades, ya se le movían los pies... Estaba la gente de su editorial, Stdeidl, el director de la feria, Volker Neumann, que agradeció entusiasmado a Grass y a su editorial su participación en Francfort 2003.

Se repite en esta crónica la palabra entusiasmo, pero es que fue tal que así. Grass leyó. Aplausos... Grass bailó una canción americana de los años veinte. Volvió a leer. Luego bailó un tango con una de las cantantes del coro. Más poesía y más baile. Más aplausos. El escritor contó que a sus 17 años, en una Alemania destrozada por la guerra, los chiquillos como él sacaban a bailar a las mujeres en un país en el que casi no había hombres.

Son esas cosas de la Feria de Francfort que dejan buen cuerpo a todo el mundo. Grass se confesó un bailón desde siempre. Eso sí, dijo, sólo baila en pareja, nada de eso que hacen los jóvenes, que cada uno va por su lado. Para él, lo único es el "agarrado", y recordó cuando, hace más de 20 años, presentó en Francfort El tambor de hojalata y bailó con su mujer de entonces. En Alemania, desde luego, funcionan a la perfcción poesía y baile.

Lo de Grass fue fantástico, como también lo fue la comparecencia del crítico alemán de referncia, Marcel Reich- Ranicki, que presentó su libro Los siete precursores del siglo XX, que se publicará en España por Galaxia Gutenberg. Ranicki destacó como escritores de referencia en su vida a Robert Musil, Franz Kafka, Bertolt Brecht o Arthur Schnitzler. El autor anunció, además, que está preparando otro libro, Abogados de la literatura, sobre los críticos. En cambio, lo de Umberto Eco, unas horas antes, en la plaza Latina, fue en peñazo. Había tantos doctos alemanes explicando quién era Eco que cuando él fue a hablar, ya se había largado la mitad del personal. Eso sin contar que la plaza Latina en sí es un espacio creado para promocionar autores de América Latina y que este año se ha utilizado para otros escritores, como Eco.

El ciudadano Grass publicará en 2004 en España dos volúmenes (más de 1.000 páginas cada uno) con todos sus ensayos. El mago editor que le ha convencido es Hans Meinke. La editorial, Galaxia Gutenberg.

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