"Éste es mi homenaje a una generación que fue temeraria"

Noviembre es una película sobre una utopía, es una película sobre una manera de entender el arte y el teatro. Es, añade su director, Achero Mañas, "una película sobre la juventud". "¿Ingenua? Por supuesto, ingenua, naïf, idealista, como debe ser la juventud", añade. La segunda película del director de El Bola narra la aventura de un grupo de jóvenes actores que quieren cambiar las reglas del juego, sacar el teatro a la calle, negarse a cobrar dinero por lo que hacen, vivir de la nada, o sea de un teatro experimental y nuevo. "Un sueño condenado al fracaso, como casi todos ...

Noviembre es una película sobre una utopía, es una película sobre una manera de entender el arte y el teatro. Es, añade su director, Achero Mañas, "una película sobre la juventud". "¿Ingenua? Por supuesto, ingenua, naïf, idealista, como debe ser la juventud", añade. La segunda película del director de El Bola narra la aventura de un grupo de jóvenes actores que quieren cambiar las reglas del juego, sacar el teatro a la calle, negarse a cobrar dinero por lo que hacen, vivir de la nada, o sea de un teatro experimental y nuevo. "Un sueño condenado al fracaso, como casi todos los sueños", dice Mañas.

Inspirada -"al menos espiritualmente"- en sus recuerdos familiares

, Noviembre (con forma de falso documental) está dedicada a su padre, el dramaturgo Alfredo Mañas, y en ella participan su madre (Paloma Lorena) y Ángel Facio (el fundador y director del grupo teatral Los Goliardos), Amparo Valle, Juan Margallo, Juan Diego, Amparó Baró y Fernando Conde. "Quería hacer un homenaje a toda esa generación, una generación que intentó cambiar el teatro en España, una generación temeraria, que creía en una utopía y que finalmente se han convertido en personas muy escépticas y desengañadas. Una generación que jamás llegó al poder y a la que jamás se le dio la oportunidad de contar su historia. La frase final de la película se la escuché una vez a Ángel Facio. Dice: 'Yo quería cambiar el mundo. Ahora sólo pretendo que el mundo no me cambie a mí".

Para Achero Mañas, el personaje principal de la película, Alfredo, interpretado por el actor Óscar Jaenada, es un personaje "contradictorio, que se equivoca mucho, pero eso es inevitable".

"Desde niño he estado relacionado con el mundo del teatro, guardo muchísimos recuerdos maravillosos", continúa el director. Aunque esta película está inspirada en un teatro que nació en los años de la transición y que fracasó ("yo no hablaría de fracaso"), Mañas lo ha situado en nuestros días. "Quería preguntarme qué pasaría hoy si existiera un grupo así, quizá es impensable, lo sé, pero precisamente por eso yo quería traer ese sueño a la actualidad. Quizá para mí esta película es un intento de seguir creyendo en esa utopía, con todas sus ingenuidades y contradicciones".