Custo Barcelona planta cara a la copia pirata de sus diseños
El diseñador catalán Custo Barcelona ha emprendido esta semana acciones legales contra la distribución fraudulenta en Europa de copias falsas de sus prendas, que tienen marcadas características gráficas y de diseño y se han convertido en las más vendidas internacionalmente de la moda española.
Custo Barcelona, que fabrica y vende en todo el mundo más de tres millones de camisetas al año, se ha visto sorpresivamente incluido en el elenco de los más copiados del negocio de la moda, junto a Prada, Vuitton, Gucci y Hermés, entre otras grandes firmas mundiales, que también han endurecido rec...
El diseñador catalán Custo Barcelona ha emprendido esta semana acciones legales contra la distribución fraudulenta en Europa de copias falsas de sus prendas, que tienen marcadas características gráficas y de diseño y se han convertido en las más vendidas internacionalmente de la moda española.
Custo Barcelona, que fabrica y vende en todo el mundo más de tres millones de camisetas al año, se ha visto sorpresivamente incluido en el elenco de los más copiados del negocio de la moda, junto a Prada, Vuitton, Gucci y Hermés, entre otras grandes firmas mundiales, que también han endurecido recientemente sus medidas contra los piratas mediante denuncias internacionales coordinadas.
"Recientemente detectamos en Oslo (Noruega) la llegada de dos enormes contenedores llenos de prendas falsas que venían de China", aseguró anteayer Custo Barcelona, "y creo que esto hay que pararlo de todos modos. Los daños económicos son enormes, pero también son muy costosos los de imagen y credibilidad de nuestros productos". "En nuestras tiendas de Shanghai se han encontrado con que muy cerca de los escaparates, ya hay quienes proponen la venta de los falsos", aseguró Custo.
El proceso de intervención de los custos falsos es complicado. "Sabemos que hay pisos en varias ciudades españolas donde está muy organizada la venta de las prendas falsas, pues los piratas de la moda, que han copiado rápidamente los últimos diseños, también recurren a los vendedores callejeros del top manta. Se nota bastante la copia, y la calidad es muy inferior. Tampoco los realizadores de estos fraudes han podido imitar bien nuestra etiqueta, que tiene una hilatura muy especial y compleja y un sello; aun así, la gente las compra a puñados".