Reportaje:

Abuelas que no conocieron a sus nietos

La presidenta de Abuelas de plaza de Mayo recuerda en Barcelona el 27º aniversario del golpe militar argentino

Estela Barnes de Carlotto es abuela, aunque nunca cogió en brazos a su nieto, no celebró con él ningún cumpleaños, ni lo vio crecer hasta convertirse en un adulto. Su físico recuerda al de una abuela, aunque ella no puede presumir ante los demás de nieto con una foto. Los militares argentinos secuestraron a su hija Laura y la mataron justo después de dar a luz. A su nieto se lo llevaron "como a un botín de guerra". Corría el año 1976. Aun así, esta mujer se considera una "privilegiada" porque ella sí pudo velar el cadáver de su hija. Otras no lo pudieron hacer.

Envejeció luchando por en...

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Estela Barnes de Carlotto es abuela, aunque nunca cogió en brazos a su nieto, no celebró con él ningún cumpleaños, ni lo vio crecer hasta convertirse en un adulto. Su físico recuerda al de una abuela, aunque ella no puede presumir ante los demás de nieto con una foto. Los militares argentinos secuestraron a su hija Laura y la mataron justo después de dar a luz. A su nieto se lo llevaron "como a un botín de guerra". Corría el año 1976. Aun así, esta mujer se considera una "privilegiada" porque ella sí pudo velar el cadáver de su hija. Otras no lo pudieron hacer.

Envejeció luchando por encontrar a su familia, "sin parar ni un día", dentro de la asociación Abuelas de plaza de Mayo, que ahora preside. Ayer era 24 de marzo y se cumplía el 27º aniversario del golpe militar en Argentina. La fecha la recordó Barnes junto a Carlota Ayub (otra abuela de plaza de Mayo) en la Universidad Pompeu Fabra, a la que acudieron para seguir difundiendo la lucha que no cesa de esta asociación y arropar la presentación del documental 4867 1212 Abuelas, dirigido por Alex Tossemberg y producido por Sudamérica Cine. El título del filme alude al número de teléfono de la asociación. "Hoy recordamos una fecha nefasta, pero que hay que tener presente siempre, como una marca para el pueblo argentino. Un pueblo al que le eliminaron toda una generación", dijo Barnes ante el centenar de asistentes al acto.

La asociación Abuelas de plaza de Mayo (www.abuelas.org.ar) ha conseguido identificar a los largo de sus años de historia hasta 73 niños entre los más de 500 menores desaparecidos durante la dictadura. Dicen que su lucha terminará "cuando faltemos de este mundo, porque no podemos olvidar que nuestros nietos crecen junto a los asesinos de sus papás". Y su última lucha -además de encontrar a sus familiares- es conseguir que la Corte Suprema declare inconstitucional las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida aprobadas durante el Gobierno democrático de Raúl Alfonsín y con las que los militares quedaron impunes. Las abuelas no conciben que una democracia pueda sustentarse sobre el olvido de todas las atrocidades cometidas durante la dictadura. "No nos van a borrar la memoria por decreto. Nuestro compromiso es rescatar la historia y a nuestros chicos de las bestias. Pero no queremos venganza, no se trata de odio", dijo Barnes.

En Argentina siguen sin conocer dónde acabaron los cadáveres de los desaparecidos y asesinados por los militares. Las heridas siguen sin cerrarse en Argentina y muestra de ello es que en septiembre de 2002 un grupo tiroteó la casa de la presidenta de la asociación.

Las abuelas reciben diariamente en sus oficinas la llamada de una media de seis personas que dudan sobre su pasado y de los que consideran sus padres, personas que quieren conocer la verdad. "No hay amor cuando te roban. Eso no es querer a un hijo", responde Barnes. El documental 4867 1212 Abuelas refleja el trabajo realizado por estas mujeres para identificar a su familia y que les llevó desde internarse en psiquiátricos para obtener información hasta entrar a trabajar como asistentas en la casa de las familias que se apoderaron de estos niños.

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