José Luis Fajardo resume en La Habana su trabajo de tres décadas

El pintor expone óleos, grabados y dibujos

El pintor canario José Luis Fajardo exhibe desde ayer, en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, una amplia muestra de su obra. La exposición recoge los principales periodos del artista, desde 1965 hasta finales de los años noventa, e incluye una treintena de óleos, grabados y dibujos de su colección personal no exhibidos hasta ahora. Abundan en los lienzos seleccionados los personajes solitarios y las formas fantasmagóricas que mezclan lo humano con rasgos de alimañas, arquetipos de su particular visión histórica del hombre.

La mayoría de las obras expuestas son de gran format...

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El pintor canario José Luis Fajardo exhibe desde ayer, en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, una amplia muestra de su obra. La exposición recoge los principales periodos del artista, desde 1965 hasta finales de los años noventa, e incluye una treintena de óleos, grabados y dibujos de su colección personal no exhibidos hasta ahora. Abundan en los lienzos seleccionados los personajes solitarios y las formas fantasmagóricas que mezclan lo humano con rasgos de alimañas, arquetipos de su particular visión histórica del hombre.

La mayoría de las obras expuestas son de gran formato y logran hilvanar un recorrido coherente por su obra. Cabeza, de 1965, fue pintada en La Laguna (Tenerife) cuando el artista tenía sólo 21 años. Desde entonces surge su obsesión por los personajes machacados, como los que aparecen en Victimario. También se contempla en la muestra de La Habana la época en que desaparece la imagen de las obras de Fajardo. El óleo Los restos del paisaje es representativo de este periodo, al que le sucede otro en el que reaparecen las figuras sin límites espaciales en las que resaltan las intensas miradas de unos rostros inquietantes.

No faltan los ucrónicos, con los que, según Eduardo Planchart Licea, Fajardo hace referencia "a los cronistas de historias humanas o arquetípicas, lo que le da un criticismo a su plástica, pues señala las virtudes y deformaciones de la humanidad". Ucrónico romántico es el único cuadro de Fajardo que "tiene algo de naturaleza" y que el artista concibió como un homenaje al Romanticismo. En Burdeos solo, de 1995, es un tributo a Goya, "al Goya viejo y sordo que tiene que salir de España y hasta quiere montar una chocolatería", dice Fajardo, quien viajó a La Habana para la inauguración.

La exposición, que ya ha pasado por Panamá, permanecerá en La Habana hasta finales de abril y luego viajará a El Salvador y otros países de América Latina como parte del programa de Asuntos Exteriores Arte español para el exterior.

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