El CSIC alerta de la posible entrada de fuel en todas las Rías Bajas

Las inmensas reservas marisqueras de las Rías Bajas gallegas estarán expuestas durante el fin de semana a una invasión de chapapote, según las predicciones de técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las simulaciones sobre la evolución de los vertidos que realiza este organismo oficial consideran probable que el fuel penetre incluso en la ría de Arousa, la más rica de Galicia y libre de contaminación hasta el momento. Pero las autoridades no sólo mantienen la autorización para mariscar en las Rías Bajas, sino que se están planteando levantar la veda en otras zonas, ...

Las inmensas reservas marisqueras de las Rías Bajas gallegas estarán expuestas durante el fin de semana a una invasión de chapapote, según las predicciones de técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las simulaciones sobre la evolución de los vertidos que realiza este organismo oficial consideran probable que el fuel penetre incluso en la ría de Arousa, la más rica de Galicia y libre de contaminación hasta el momento. Pero las autoridades no sólo mantienen la autorización para mariscar en las Rías Bajas, sino que se están planteando levantar la veda en otras zonas, según declaró en A Coruña el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy.

El mapa de predicciones que realiza para el CSIC el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados no deja lugar a dudas. A partir de los datos sobre la posición de las manchas que facilita Salvamento Marítimo (Sasemar) y de las previsiones meteorológicas oficiales, los investigadores concluyen que el fuel penetrará, hoy o mañana, en las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa. En esas tres zonas, la Xunta levantó la veda el pasado lunes. La presencia de concentraciones de fuel en las cercanías de los bancos marisqueros más ricos del mundo aparece confirmada también en la propia página web que elaboran Sasemar y la Consejería gallega de Pesca para dar cuenta de la posición diaria de las manchas.

Pese a las predicciones de los científicos, las cofradías de las Rías Bajas no habían recibido anoche ninguna alerta de las autoridades. Es más, varios representantes de la Xunta y del Gobierno hicieron declaraciones defendiendo la decisión de mantener abiertas al marisqueo las Rías Bajas, pese a que en los últimos días el fuel ya llegó a arenales de Vigo y Pontevedra. El consejero de Pesca, Enrique López Veiga, arremetió contra los representantes de algunas cofradías que "se exceden una y otra vez, como si quisieran sembrar la alarma". López Veiga viajó a última hora de la tarde a Vilanova de Arousa, donde transmitió a los mariscadores que las rías están limpias y los trabajos no se van a suspender. Otro consejero de la Xunta, el titular de Cultura y Comunicación, Jesús Pérez Varela, había admitido por la mañana en Televisión de Galicia la gravedad del desastre ocasionado por el Prestige, aunque matizó que "más grave todavía ha sido la catástrofe mediática".

Los representantes de la Xunta y el propio vicepresidente Rajoy siguieron defendiendo a capa y espada que el fuel que se escapa de los tanques hundidos del Prestige no alcanza la costa. Según esa versión, todo el combustible que continúa apareciendo proviene de lo que desprenden los temporales de las rocas ya afectadas. La teoría no se ajusta del todo a algunos datos de la propia Administración. Los mapas que Sasemar difundió ayer señalan diversas concentraciones de fuel a una distancia de entre 10 y 50 kilómetros de la costa. Ni los marineros ni los técnicos consultados creen posible que el chapapote desprendido de las peñas haya podido llegar tan lejos. Rajoy sí admitió que el sellado de las grietas del Prestige no es completo, por lo que el petrolero aún puede estar filtrando entre una y dos toneladas diarias.

Las predicciones del CSIC también advierten de otro fin de semana difícil para la Costa da Morte, donde podría llegar una oleada de fuel a la zona entre Camariñas y Laxe. Ayer, las más afectadas fueron otra vez las playas próximas a Ferrol. En esa comarca, los marineros de Cedeira tuvieron, en cambio, una jornada de relativa calma después de tres días defendiendo los principales bancos de percebe de Galicia, hasta ahora libres de la marea negra.