Regis Loisel, adaptador de 'Peter Pan' en viñetas, gran premio de Angulema

El Salón del Cómic de Angulema cerró ayer su 30ª edición con la vocación de resaltar su carácter internacional. Los premios y la voluntad de la organización y de las autoridades de estrechar los lazos con ciudades que organizan eventos de las mismas características, así lo demuestran. Un estadounidense, Chris Ware, y un japonés, Jiro Taniguchi, se llevaron dos de los principales galardones, aunque el gran premio del salón fue para el francés Regis Loisel, cuya obra más reciente es la adaptación en viñetas de Peter Pan, serie que en España publica Norma Editorial.

El premio al mej...

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El Salón del Cómic de Angulema cerró ayer su 30ª edición con la vocación de resaltar su carácter internacional. Los premios y la voluntad de la organización y de las autoridades de estrechar los lazos con ciudades que organizan eventos de las mismas características, así lo demuestran. Un estadounidense, Chris Ware, y un japonés, Jiro Taniguchi, se llevaron dos de los principales galardones, aunque el gran premio del salón fue para el francés Regis Loisel, cuya obra más reciente es la adaptación en viñetas de Peter Pan, serie que en España publica Norma Editorial.

El premio al mejor guión recayó en Jiro Taniguchi por Quartier Lointain. Este autor, conocido en España por El almanaque de mi padre (Planeta-De Agostini), es un claro ejemplo de un tipo de historieta renovada internacionalmente que recupera el sabor por el relato de historias humanas. El premio al mejor álbum se lo llevó Chris Ware por Jimmy Corrigan, la historia de un adulto cuya apariencia y mentalidad siguen en la infancia. Ware está considerado uno de los padres del cómic independiente americano de los años noventa. Su obra es una de las ausencias más sangrantes de la edición española. Su serie Jimmy Corrigan permanece inédita en nuestro país.

En esta edición se ha notado un descenso en la calidad de las exposiciones. Sólo se ha salvado de la quema la exposición sobre Rosinski, aunque montada en un espacio inadecuado, y la exhibición presentada por la delegación de Corea, país invitado al salón. Los trabajos expuestos han evidenciado que los coreanos son maestros en asimilar las tendencias de Occidente y sintetizarlas en su rica cultura gráfica y narrativa. Se muestran más abiertos a la innovación que los japoneses. "Nuestra diferencia con el manga es que los autores coreanos no se ciñen a una temática determinada, en Japón se trabaja para una multitud de públicos muy segmentados", explicó Sung Wan-kyung, comisario de La dinamica del cómic coreano.

Para subsanar estas deficiencias y en previsión de futuras restricciones presupuestarias -a pesar de que el ministro de Cultura francés, Jean-Jacques Aillagen, ha mostrado la voluntad del Gobierno de convertir a Angulema, por lo que hace al cómic, en lo que Aviñón es al teatro, o Cannes, al cine-, el alcalde de la ciudad, Philippe Mottet, ha empezado los contactos con diversas capitales donde se celebran salones de cómic para realizar propuestas conjuntas e intercambio de exposiciones. La creación de este circuito incluiría a Amadora, en Portugal; Bruselas y Charleroi en Bélgica; Kochi, en Japón; Lucca en Italia, y Quebec, en Canadá. También Barcelona forma parte de este circuito.

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