Corea del Norte desmantela los controles de sus centrales nucleares

Pyongyang retira los precintos y las cámaras de vigilancia de la ONU

Corea del Norte anunció ayer que se había "visto obligada" a comenzar a desmantelar los precintos y retirar las cámaras de vigilancia instaladas por la ONU en sus centrales nucleares, en virtud de los acuerdos firmados con Estados Unidos en 1994. Según Pyongyang, la decisión tiene la finalidad de reactivar dichas plantas para generar electricidad ante la penuria energética del país. La medida ha alarmado a EE UU, Corea del Sur y Japón.

Los citados dipositivos de vigilancia fueron colocados por la OIEA, organismo de la ONU, en las centrales nucleares norcoreanas para evitar que fueran u...

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Corea del Norte anunció ayer que se había "visto obligada" a comenzar a desmantelar los precintos y retirar las cámaras de vigilancia instaladas por la ONU en sus centrales nucleares, en virtud de los acuerdos firmados con Estados Unidos en 1994. Según Pyongyang, la decisión tiene la finalidad de reactivar dichas plantas para generar electricidad ante la penuria energética del país. La medida ha alarmado a EE UU, Corea del Sur y Japón.

Los citados dipositivos de vigilancia fueron colocados por la OIEA, organismo de la ONU, en las centrales nucleares norcoreanas para evitar que fueran utilizadas en el desarrollo de armas nucleares, según estipularon los acuerdos firmados por Washington y Pyongyang.

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Corea del Norte se comprometió entonces a congelar sus instalaciones sospechosas de servir para la fabricación de armas nucleares a cambio de la construcción, por parte de un consorcio occidental, de dos reactores no suscpetibles de ser utilizados para fines militares. Para compensar la pérdida de electricidad, Estados Unidos debía entregar a Pyongyang 500.000 toneladas de carburante por año hasta la culminación de la construcción de las nuevas centrales.

Corea del Norte justificó ayer su decisión en la necesidad de reanudar la actividad nuclear para hacer frente a la escasez de electricidad "que ha provocado la interrupción del envío de combustible por parte de Estados Unidos". Washington, por su parte, canceló los suministros después de que en octubre pasado Pyongyang reconociese que estaba desarrollando en secreto un programa nuclear.

Las autoridades norcoreanas afirmaron que su decisión era "una medida seria y especial que se ha adoptado para proteger la soberanía y los intereses vitales".

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El Departamento de Estado norteamericano anunció ayer que había iniciado consultas con China, Corea del Sur, Japón y Rusia para presionar a Pyongyang a dar marcha atrás en su decisión y cumpla sus compromisos internacionales.

Corea del Sur, que el pasado día 19 celebró unas elecciones presidenciales cruciales para las relaciones intercoreanas, ha pedido a Pyongyang que "reinstale inmediatamente los equipos de vigilancia" y ha insistido en que "no tolerará las actividades nucleares" norcoreanas.

Preocupación japonesa

Japón condenó tambien la iniciativa norcoreana. "Es lamentable y estamos preocupados", indicó la ministra de Asuntos Exteriores. La ministra señaló que iba a pedir a Pyongyang que reinicie el diálogo con la OIEA.

Tokio manifestó su intención de cooperar estrechamente con sus aliados estadounidense y surcoreanos para exigir a Corea del Norte que cambie su política nuclear.

Entretanto, el director general de la OIEA, Mohamed el Baradei, criticó desde Viena la decisión norcoreana y exhortó a Pyongyang a continuar su cooperación con el organismo de la ONU.

Los inspectores de la OIEA comunicaron ayer que Corea del Norte había retirado prácticamente todos los precintos del reactor de cinco megavatios de la central nuclear de Nyongbyong e inutilizado varios dispositivos de vigilancia, incluidas las cámaras. El organismo de la ONU sospecha que esa instalación ha sido utilizada para desarrollar en secreto el programa militar nuclear norcoreano.

La OIEA pidió en una declaración difundida anoche que el Gobierno de Pyongyang permita inmediatamente el acceso de los inspectores de esta autoridad internacional a sus reactores y que no ponga en funcionamiento la central de Nyongbyong hasta que se hayan instalado nuevos mecanismos de control.

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