"EE UU no aprecia lo suficiente nuestra condición de socios"
El presidente de México, Vicente Fox, quiere un Congreso más 'constructivo', para aprobar de las reformas estructurales pendientes, pero niega los errores de fondo y la desorientación atribuidos a la transición nacional más importante en casi un siglo. Es pacífica, democrática, y sin la crisis económica de otros países de América Latina, destaca Fox. El autoritarismo y el presidencialismo excluyentes, quedaron atrás, agrega, y con ellos la vulneración de los derechos humanos, endosados al Partido Revolucionario Institucional (PRI), régimen durante 71 años. 'Queremos hacer las cosas con la ley ...
El presidente de México, Vicente Fox, quiere un Congreso más 'constructivo', para aprobar de las reformas estructurales pendientes, pero niega los errores de fondo y la desorientación atribuidos a la transición nacional más importante en casi un siglo. Es pacífica, democrática, y sin la crisis económica de otros países de América Latina, destaca Fox. El autoritarismo y el presidencialismo excluyentes, quedaron atrás, agrega, y con ellos la vulneración de los derechos humanos, endosados al Partido Revolucionario Institucional (PRI), régimen durante 71 años. 'Queremos hacer las cosas con la ley en la mano y con el respeto absoluto al derecho de las personas'.
El acuerdo migratorio con Estados Unidos, una de sus prioridades para regularizar a 3,5 millones de nacionales, pasó a segundo plano después del 11 de septiembre. Fox reclama al vecino del norte un mejor trato en ese sentido, entre otras razones, porque México le compra 150.000 millones de dólares, desde su ingreso en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), en vigor desde enero de 1994. 'Parece ser que en Estados Unidos no se aprecia lo suficiente esta condición de ser socios. Creo que es bueno que Estados Unidos, su pueblo y Gobierno, reconozcan que México les compra más productos y servicios de lo que hacen juntos Alemania, Francia, España e Italia'.
'Queremos hacer las cosas con la ley en la mano y con respeto al derecho'
Fox ha perdido popularidad al incumplirse las expectativas sobre problemas sociales y económicos que castigan directamente a la mexicanos, según las encuestas, pero conserva un optimo. No en vano fue directivo de la Coca-Cola antes de aventurarse en política y ganar las elecciones presidenciales de julio del año 2000 y derrotar al PRI. 'Este país tiene grandes resultados', afirma en una reunión con corresponsales extranjeros. Contra estadísticas privadas de signo contrario, afirma que se redujeron los secuestros y otros delitos y que este año concluirá la contracción económica, se han recuperado 250.00 empleos y podrán recuperarse todos los perdidos el pasado, cerca de 500.000, según cálculos sindicales.
No le parece poco a Fox, saliendo al paso de sus críticos, el nuevo clima de libertad, haber creado nuevas instituciones de seguridad y justicia, los resultados contra el narcotráfico, la apertura de los archivos nacionales sobre crímenes políticos del pasado y crecer en torno al 1,8% del PIB a finales de año, según previsiones de agencias privadas. Y destaca que México se ha diferenciado, 'ampliamente' de las crisis suramericanas: 'Tenemos una mejoría muy valiosa en las variables fundamentales, como las tasas de interés, la tasa de inflación, las reservas monetarias [45.000 millones de dólares] y la inversión extranjera directa, que en estos seis meses rebasó los 6.000 millones de dólares'.
¿Obstaculiza el PRI la revisión del pasado prometida por esta transición? 'Pues no; ni lo permitiríamos'. La transición es mortecina y torpe, según sus críticos, e imparable y exitosa, de acuerdo con las valoraciones del presidente en su reunión con corresponsales extranjeros. Ningún partido tiene mayoría en el Congreso y el Gobierno acelera su acercamiento al PRI, cuya nueva dirección exhibe más disposición al entendimiento en algunos asuntos de interés nacional, como la elevación de la calidad educativa, y la polémica apertura energética, actualmente en el Senado: 'Hay indicios de que pudiéramos llegar a acuerdos en la apertura energética'.
Pese a haberse aprobado el 70% de las iniciativas enviadas por el Ejecutivo, según destaca, lo cierto es que las principales, entre ellas la reforma fiscal y la referida a la autonomía de los indígenas, el 10% de la población de México, sufrieron sustantivas modificaciones en el Parlamento. 'Queremos una nueva relación con el Congreso, que nos permita trabajar constructivamente, que nos permita el debate, pero también la solución a los asuntos estratégicos de México', pide Fox, que el 1 de septiembre presenta su informe de Gobierno.
¿Algún error que reconocer? 'Nosotros no vemos como errores lo que se ha señalado por ahí. No los vemos siquiera como asuntos que tengan nada que ver con el desarrollo del país. La mayor parte han sido, si acaso, de forma y no de fondo'. No obstante, buena parte de las viejas reglas priístas siguen vigentes. Las impericias oficiales en la negociación política, el electoralismo y las pugnas por parcelas de poder de la oposición, según la mayoría de los analistas, retrasan las reformas del Estado requeridas por México en economía, política, justicia o sindicalismo.
Pese a la existencia en México de problemas cuya solución requerirá de decenios de buen gobierno, Vicente Fox tiene razón al destacar la estabilidad de su país respecto a otros de la región. Pero el 53,7% de los cien millones de sus compatriotas vive en la pobreza, según cifras oficiales. 'Esas cifras no nos corresponden a nosotros. Son las que heredamos, corresponden al año 2000'. Habrá 'cambios profundos en materia de desarrollo social', indica, y un aumento de la cobertura de alimentación, educación y salud de las 4,5 millones de familias en la extrema pobreza, todavía dependientes de la caridad pública.