La obra de Ben Nicholson muestra el camino del arte inglés hacia las vanguardias

El IVAM inaugura una retrospectiva con 70 pinturas, relieves y esculturas del artista

Ben Nicholson (Denham, 1894-Londres, 1982) recorrió el camino que separaba al decaído arte inglés de principios del siglo XX de los movimientos europeos de vanguardia. Pero, a pesar de estar considerado como uno de los estandartes del arte abstracto en la pasada centuria, sus obras apenas se han visto en España. La exposición que ayer se inauguró en el IVAM pretende cubrir ese hueco a través de la exhibición de 70 cuadros, relieves y alguna escultura en una retrospectiva comisariada por el director de colecciones de la Tate Gallery, Jeremy Lewison.

Los años de régimen franquista constit...

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Ben Nicholson (Denham, 1894-Londres, 1982) recorrió el camino que separaba al decaído arte inglés de principios del siglo XX de los movimientos europeos de vanguardia. Pero, a pesar de estar considerado como uno de los estandartes del arte abstracto en la pasada centuria, sus obras apenas se han visto en España. La exposición que ayer se inauguró en el IVAM pretende cubrir ese hueco a través de la exhibición de 70 cuadros, relieves y alguna escultura en una retrospectiva comisariada por el director de colecciones de la Tate Gallery, Jeremy Lewison.

Los años de régimen franquista constituyeron una barrera difícil de superar para la entrada en España del arte contemporáneo de otras latitudes. De Francia aún entraban algunas obras, pero el arte abstracto procedente de las islas británicas apenas tenía cabida. Son algunas de las razones que explican el escaso eco que ha tenido la pintura de Nicholson por estas tierras, a juicio del director del IVAM, Kosme de Barañano. De Henry Moore tan sólo hay una escultura en el museo de Bellas Artes de Bilbao, agrega a modo de ejemplo. Sólo en 1987, la Fundación Juan March organizó en Madrid una exposición con obras del creador inglés.

Moore, Paul Nash y Barbara Wadsworth formaron, junto a Nicholson, el grupo Unit One en 1934, con el objeto de conseguir una alianza entre arte, arquitectura e industria bajo los postulados de la estética constructivista. A este propósito responde la edición, en colaboración con Naum Gabo y Leslie Martin, de la revista Circle, que contribuyó de manera decisiva a introducir en Inglaterra las ideas de la Bauhaus. Además, Nicholson desempeñó un papel fundamental en la introducción de las vanguardias mediante la dirección de instituciones que organizaban exposiciones.

Nicholson fue, de hecho, 'uno de los miembros más importantes de la vanguardia europea interesada en el arte geométrico', destacó el comisario, Jeremy Lewison.

Pero el artista británico se inició como pintor en el arte naturalista. La exposición reúne dos pinturas, un bodegón y una naturaleza muerta, influidas por el estilo de sus progenitores, también pintores. Pronto fue evolucionando hacia una abstraccción deudora de Braque y Picasso y del estudio de los volúmenes de Cézanne.

Como sucede con numerosos artistas, su paso por París en los años treinta marcaría definitivamente su trayectoria, si bien nunca abandonó su pasión por las naturalezas muertas. Allí trabó amistad con Giacometti, Calder, Arp, Miró, Hélion y Mondrian. En la exposición del IVAM, que se clausurará el 7 de julio, se ponen de manifiesto estas influencias. Nicholson aportó a las vanguardias la 'concepción inglesa de la abstracción', marcada por características como la reducción de color y cierta restricción de formas, agregó Lewison.

Por aquellos años, Nicholson empezó a realizar sus relieves, que evolucionarían hacia una gran simplicidad constructivista y una elegancia que descansaba en los diferentes usos del blanco. Un color que representaba la visión utópica de Nicholson de la libertad, de la que Europa se veía privada con la ascensión del nazismo. Tras la Segunda Guerra Mundial, el artista británico estableció su residencia en Cornualles, acrecentándose su admiración por las antigüedades y las piedras prehistóricas, y abriendo otra vez su obra al color.

Una y otra vez

El comisario de la muestra explicó que el modus operandi de Nicholson era el siguiente: el artista tallaba y pintaba de manera reiterativa, rehaciendo, una vez tras otra, las formas y los colores, lo que producía que el color, la forma y el trabajo llegaran a ser lo mismo.

El momento culminante de la trayectoria de Nicholson se detecta en la década de los años sesenta, cuando la memoria actúa de forma directa sobre los paisajes y cuando destaca su calidad y precisión en el dibujo, 'integrándose éste en su pintura', señaló Lewison. La muestra hace hincapié en esta fase y la desarrollada en los años treinta, fundamentalmente.

Barañano destacó que la exposición permite 'visualizar algunas obras que jamás han pasado las fronteras inglesas', entre ellas el gran mural que refleja la 'ansiedad' de la posguerra inglesa. El director del IVAM recordó que Nicholson es el única artista del siglo XX del que la Tate de Londres ha realizado tres retrospectivas.

La obra más espectacular de la exposición de Nicholson inaugurada ayer en el IVAM: Mural del Festival Británico, de 1951.JESÚS CISCAR

Luz embriagadora

La inauguración de la exposición de Ben Nicholson en el IVAM contó ayer con la presencia de Felicitas Vogler, que estuvo casada 15 años con el artista inglés. Vogler indicó que el círculo y el cuadro fueron símbolos muy importantes de su pintura. Recordó que el talento artístico lo heredó de sus padres, ambos pintores, al mismo tiempo que rememoró los paisajes de Tiziano (Suiza), donde trasladaron su residencia tras vivir en Cornualles, que influyeron mucho en su obra, así como los continuos viajes que efectuaban por Italia y Grecia. Entre los pintores que más interesaban a Nicholson se encuentran Piero della Francesca, Cézanne y Rafael, además de los artistas chinos, apuntó Vogler. También el director del IVAM, Kosme de Barañano, incidió en la importancia de la pintura italiana en la obra del creador inglés, incluso en la elección de materiales de gran sensibilidad sobre los que pintaba. Vogler añadió que, a pesar de que Nicholson era un pintor muy técnico, con un gran dominio del dibujo, le interesaba sobre todo la idea y el espíritu que transmitían sus cuadros. Resaltó la importancia en su obra 'de un ideal de espiritualidad, armonía, luz y belleza, que lo embriagaban'. La población francesa de Cornualles le impactó por la luz brillante y sus contrastes. Durante los años cincuenta, Nicholson obtuvo un gran reconocimiento al ser galardonado con el primer Premio Guggenheim de Pintura Internacional. El catálogo de la exposición recoge todas las obras expuestas en el IVAM e incluye algunos ensayos inéditos, como el elaborado por el comisario de la misma, Jeremy Lewison.

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