El reto de elegir un director titular
Son 11 años sin una cabeza visible en un mundo dominado por la mercadotecnia, las figuras y el personalismo de los directores. Por otra parte, es el reto de cualquiera de los directores del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) desde que aceptan el cargo: nombrar un director titular para la Orquesta y Coros Nacionales de España.
Actualmente, Rafael Frühbeck, de Burgos, que desempeñó el cargo entre 1962 y 1978 -después de las etapas de Bartolomé Pérez Casas (1942- 1947) y Ataúlfo Argenta (1947- 1958), y cuatro años vacante-, es el líder, aunque su estatus es el...
Son 11 años sin una cabeza visible en un mundo dominado por la mercadotecnia, las figuras y el personalismo de los directores. Por otra parte, es el reto de cualquiera de los directores del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) desde que aceptan el cargo: nombrar un director titular para la Orquesta y Coros Nacionales de España.
Actualmente, Rafael Frühbeck, de Burgos, que desempeñó el cargo entre 1962 y 1978 -después de las etapas de Bartolomé Pérez Casas (1942- 1947) y Ataúlfo Argenta (1947- 1958), y cuatro años vacante-, es el líder, aunque su estatus es el de director emérito y no titular, cargo que desempeña desde 1998 y que le faculta con funciones de titular cuando esta plaza está vacante.
Pero parece que el futuro es de otros nombres. Los músicos de la orquesta no son fáciles de convencer. Incluso Salvador Escrig, su portavoz, apuesta por dejar vacante el puesto y regirse como la Filarmónica de Viena, que en sus normas no contempla este puesto. 'Hemos estado 11 años sin uno y hemos funcionado bien, no creo que sea imprescindible', dice Escrig. Pero en el Ministerio de Educación y Cultura están decididos a encontrar uno. ¿El perfil?: joven y, a poder ser, español. Los nombres que más suenan son los de Josep Pons, director titular de la Orquesta Sinfónica de Granada, y Juanjo Mena, de la Sinfónica de Euskadi. Ambos han colaborado asiduamente con la orquesta.
Pero tampoco se descartan otros candidatos extranjeros. El favorito es George Phelivanian, que ha desarrollado una intensa labor también con la formación. En cualquier caso, este puesto parece algo maldito después de la tortuosa labor que llevó a cabo Jesús López Cobos entre 1984 y 1989, cuando renunció al puesto escaldado por su imposibilidad de cambiar muchas cosas. Han tenido que pasar 13 años para que López Cobos regrese al mismo podio del que se despidió acaloradamente.
Este año, el músico, que sigue sin decidirse a dar el sí a la dirección musical del Teatro Real, acometerá dos programas al frente de la OCNE, un reencuentro que está previsto para los meses de noviembre y diciembre. Aldo Cecatto ha sido el último director de la orquesta, que también contó con una etapa en la que Antoni Ros Marbà estuvo al frente de la misma. El futuro es otra incógnita.