Medio Ambiente concederá este mes la autorización a Farmaindustria para que recoja y trate los residuos

La producción de residuos de fármacos usados en la comunidad autónoma asciende a unos 0,15 kilos por habitante y año, lo que extrapolado al total del País Vasco supone unas 315 toneladas al año.

Debido a los problemas ambientales que presentan estos residuos, el Departamento de Medio Ambiente no gestiona su eliminación conjuntamente con los residudos de tipo urbano.

Precisamente, el Gobierno está a punto de conceder la autorización a Farmaindustria para que sea ésta quien se encargue de la recogida y recuperación de los envases usados de medicamentos, así como del tratamiento del...

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La producción de residuos de fármacos usados en la comunidad autónoma asciende a unos 0,15 kilos por habitante y año, lo que extrapolado al total del País Vasco supone unas 315 toneladas al año.

Debido a los problemas ambientales que presentan estos residuos, el Departamento de Medio Ambiente no gestiona su eliminación conjuntamente con los residudos de tipo urbano.

Precisamente, el Gobierno está a punto de conceder la autorización a Farmaindustria para que sea ésta quien se encargue de la recogida y recuperación de los envases usados de medicamentos, así como del tratamiento del contenido del fármaco que haya podido quedar. Hasta enero de 2000 era la ONG Farmacéuticos sin fronteras quien se encargaba de la recogida. Mediante la oportuna selección, reutilizaban algunos de los medicamentos enviándolos a los países del Tercer Mundo. Así, Medio Ambiente financió la instalación de contenedores específicos en las farmacias para que los ciudadanos pudieran arrojar los desechos.

Sin embargo, a finales de 1999 la Organización Mundial de la Salud instó a la industria farmacéutica a colaborar con los países del Tercer Mundo de una manera más ortodoxa, mediante el envío de medicamentos originales.

El Departamento de Medio Ambiente consideró entonces que romper el sistema de recogida que había funcionado hasta ese momento sería contraproducente y contradictorio con el mensaje lanzado en su día a los ciudadanos, por lo que optó por llevar la recogida y el tratamiento final de los residuos acumulados en las oficinas de farmacia así como en los centros de distribución de medicinas por sus propios medios.

En el año 2000 se recogieron 42.570 kilogramos de residuos de medicamentos y en 2001 llegaron hasta los 34.182 kilogramos. Las cifras del año 2000 son superiores debido al almacenamiento que se produjo en las distribuidoras a causa de la suspensión de los envíos al Tercer Mundo a finales de 1999.

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Los fármacos recogidos son exclusivamente los que entregan los usuarios una vez que los han utilizado o porque han caducado, siendo en su mayor parte envases. No se incluyen, por lo tanto, los residuos procedentes de actividades o instalaciones sanitarias ni residuos de la actividad farmacéutica.

El destino final de los medicamentos recogidos en las farmacias de la comunidad autónoma es la incineración en unas instalaciones especiales que la empresa Prociner tiene en la ciudad francesa de Burdeos.

Según Medio Ambiente, los residuos no son peligrosos y están incluidos en una lista europea. Pero con indepencia de su carácter no peligroso, el departamento considera que cualquier gestión que suponga la eliminación de estos residuos deberá garantizar su total destrucción, condición que se cumple en el caso del País Vasco al ser incinerados en unas instalaciones autorizadas.

Una vez cumplimentados los compromisos exigidos por el departamento a Farmaindustria, la previsión es que comience el nuevo sistema de recogida este mes de abril.

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