La láctea CAPSA crece en Cuba

La firma asturiana crea una sociedad mixta para producir leche esterilizada en la isla

Corporación Alimentación Peñasanta, SA (CAPSA), la compañía dominada por la cooperativa agraria del Principado CLAS, asume la mayoría accionarial en una sociedad mixta constituida con el Gobierno cubano para producir leche esterilizada en la isla caribeña.

Corporación Alimentaria Peñasanta, SA (CAPSA), sociedad dominada por la cooperativa agraria asturiana CLAS y participada por el grupo lácteo francés Bongrain y por varias entidades financieras del Principado, confía en el futuro del mercado lácteo cubano y acaba de constituir una sociedad mixta con el Gobierno de Fidel Castro, en la q...

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Corporación Alimentación Peñasanta, SA (CAPSA), la compañía dominada por la cooperativa agraria del Principado CLAS, asume la mayoría accionarial en una sociedad mixta constituida con el Gobierno cubano para producir leche esterilizada en la isla caribeña.

La asturiana aporta el complejo lácteo de El Cotorro, donde invirtió 8,4 millones de dólares, y Cuba contribuye con las infraestructuras
CAPSA pretende saturar en año y medio la capacidad de producción de la planta, que es de 50 millones de litros anuales

Corporación Alimentaria Peñasanta, SA (CAPSA), sociedad dominada por la cooperativa agraria asturiana CLAS y participada por el grupo lácteo francés Bongrain y por varias entidades financieras del Principado, confía en el futuro del mercado lácteo cubano y acaba de constituir una sociedad mixta con el Gobierno de Fidel Castro, en la que la compañía española posee la mayoría accionarial, para la elaboración, envasado y distribución de leche esterilizada en botella de plástico en cuatro provincias de la isla. Esta apuesta de CAPSA por el mercado cubano se produce después de una experiencia de tres años en la que la compañía asturiana, tras instalar en 1999 una factoría en la localidad de El Cotarro, una zona ganadera a 30 kilómetros de la ciudad de La Habana, ha venido elaborando leche mediante la fórmula jurídica cubana del 'contrato de producción cooperada'.

La constitución de la sociedad mixta Central Lechera de La Habana, SA, participada en el 51% por CAPSA a través de su filial Agrofinanciera, SA, y en el 49% restante por la compañía estatal Corporación Alimentaria Cubana,SA (Coralsa), tras largas negociaciones con el Gobierno del país, colma las expectativas de CAPSA. A partir de ahora , la empresa española asumirá la responsabilidad total del proyecto empresarial, con criterios de gestión privada, y con una vocación no sólo láctea, sino también ganadera.

'Queremos trasladar allí la experiencia agropecuaria que llevamos realizando en Asturias desde el nacimiento de Central Lechera Asturiana', señala Pedro Astals, vicepresidente ejecutivo de CAPSA.

La antaño importante cabaña ganadera cubana ha vivido un largo proceso de depauperación que CAPSA pretende invertir, introduciendo en la isla sus conocimientos y experiencias en la mejora de la alimentación y del rendimiento lechero, aplicando el modelo de colaboración y asesoramiento a los ganaderos que Central Lechera Asturiana, sociedad agraria de transformación constituida por los propios campesinos, ha desarrollado en el Principado en las últimas tres décadas.

Hasta que eso ocurra y el crecimiento de la cabaña vacuna permita surtir las necesidades lácteas del país, la factoría de El Cotorro se dedicará a la producción láctea a partir de leche en polvo de importación, a cuyo suministro también optará la empresa asturiana en competencia con otros proveedores internacionales, fundamentalmente de Oceanía y de Latinoamérica.

Central Lechera de La Habana, que es la segunda sociedad mixta constituida en la isla para la producción de leche -ya opera otra de capital chileno-cubano- dispone de un capital social de 8,4 millones de dólares.

CAPSA aporta a la compañía el complejo lácteo de El Cotorro, en cuyas instalaciones lleva invertidos una cifra similar, y asume como propios a sus 60 empleados actuales. Las autoridades cubanas, que han aportado a la sociedad infraestructuras básicas, han asignado a Central Lechera de La Habana el aprovisionamiento de las provincias de La Habana, Matanzas, Pinar del Río e Isla de la Juventud, donde tendrá el monopolio del llamado mercado normado, es decir, el abastecimiento intervenido y planificado por el organismo público Unión Láctea, que garantiza mediante cartillas de racionamiento el suministro básico de la población. A esta actividad, que CAPSA ya venía desarrollando con la fórmula de 'producción cooperada' en la provincia de La Habana, podrá sumar gradualmente su penetración en los otros dos ámbitos de distribución interna: la denominada área dólar -tiendas y punto de venta en los que se opera con la divisa estado-unidense- y el mercado turístico mediante el acceso a la red hotelera de la isla.

Visita decisiva

'La producción cooperada fue una fórmula adecuada para la puesta en marcha gradual de nuestra implantación en Cuba, pero nos estaba limitando mucho', señala Astals. 'Nosotros pusimos la instalación y asumimos la responsabilidad técnica y profesional de su funcionamiento, pero bajo la gestión de las autoridades. Era un contrato similar al renting. Esto nos restaba agilidad en los aprovisionamientos externos -carto-nes, plásticos, etcétera- a causa de los problemas monetarios. Ahora nosotros asumimos la plena responsabilidad de la empresa. La visita del presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, a Cuba el año pasado fue decisiva para desbloquear la negociación y que se nos permitiera dar este paso'.

Astals cree que las expectativas son 'muy buenas'. 'Se nos ha concedido el mercado normado de cuatro provincias y el Ministerio de Sanidad ha declarado nuestra leche de utilidad pública porque garantizamos la producción de leche esterilizada. En Cuba sólo se fabrica leche pasteurizada. Paralelamente, vamos a ir desarrollándonos en los mercados dolar y turístico'.

CAPSA pretende saturar en año y medio la capacidad de producción de la planta, que es de 50 millones de litros anuales y prevé aumentar empleo, tanto en las instalaciones fabriles como en la redes comerciales cuando se expansione hacia los segmentos de mercados no intervenidos. Astals no desvela previsión de resultados: 'No buscamos la rentabilidad a corto plazo, sino que queremos hacer una apuesta a largo', afirma el vicepresidente ejecutivo de la compañía láctea asturiana.

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