Un grupo español idea un modo de obtener células madre de embriones humanos inviables

La innovación técnica es legal incluso bajo la restrictiva Ley de Reproducción Asistida

Un equipo científico del Instituto Valenciano de Infertilidad ha ideado una forma de obtener células madre de embriones humanos que muy bien puede eludir las restricciones éticas y legales que están bloqueando esas investigaciones en casi todo el mundo. El material de partida son embriones humanos obtenidos para reproducción asistida, pero completamente inviables para su implantación debido a un exceso de material genético. El 5% de los embriones creados en las clínicas sufre esa condición. Las células madre extraídas de ellos son, sin embargo, perfectas.

Los resultados del trabajo son ...

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Un equipo científico del Instituto Valenciano de Infertilidad ha ideado una forma de obtener células madre de embriones humanos que muy bien puede eludir las restricciones éticas y legales que están bloqueando esas investigaciones en casi todo el mundo. El material de partida son embriones humanos obtenidos para reproducción asistida, pero completamente inviables para su implantación debido a un exceso de material genético. El 5% de los embriones creados en las clínicas sufre esa condición. Las células madre extraídas de ellos son, sin embargo, perfectas.

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Los resultados del trabajo son todavía preliminares, y no serán presentados a la comunidad científica internacional hasta el próximo mes de enero. La idea original es de la investigadora María José Escribá, y ha sido desarrollada por un equipo encabezado por el director de investigación del IVI, Carlos Simón. El laboratorio de Carlos Martínez, del Centro Nacional de Biotecnología, ha llevado a cabo la obtención de células madre de los embriones preparados por el grupo valenciano.

Los científicos implicados en el proyecto están entusiasmados. 'Puede ser una herramienta fundamental', dijo ayer Martínez. 'Es una idea brillante, una verdadera jugada de Raúl', añadió el director del IVI, Antonio Pellicer.

La clave está en la utilización de embriones que no pueden implantarse por ser inviables. En la fecundación in vitro, lo normal es que un espermatozoide (con una copia del genoma humano) fecunde a un óvulo (con otra copia). El resultado es un embrión normal, con dos copias del genoma (una del padre y otra de la madre). Pero en un 5% de los casos, son dos los espermatozoides que intervienen en la fecundación. El resultado es un embrión con tres copias del genoma, que es absolutamente inviable: jamás podría prosperar en un útero.

Los núcleos del óvulo y del espermatozoide acaban fusionándose, pero eso no ocurre inmediatamente. En el primer día tras la fecundación, los dos núcleos (pronúcleos, en la jerga) están aún separados dentro del óvulo, y pueden verse con un microscopio. El 5% de embriones inviables que tienen tres núcleos se distingue perfectamente del resto. Y por lo tanto pueden usarse para investigación.

La ley española de reproducción asistida establece en su artículo 15: 'Sólo se autorizará la investigación en preembriones [embriones aún no implantados] (...) si se trata de preembriones no viables'. Y en el artículo 17: 'Se permite la utilización de preembriones humanos no viables con fines farmacéuticos, diagnósticos o terapéuticos, previamente conocidos y autorizados'.

Nada impide, por tanto, utilizar los embriones con tres núcleos para extraer células madre. Una vez identificados estos embriones inviables, los investigadores les extraen uno de los tres núcleos y -ya con la cantidad normal de material genético- les dejan desarrollarse unos días hasta la fase llamada blastocisto. De ahí se extraen las células madre, que pueden convertirse luego en cualquier tipo de tejido humano útil para tratar numerosas enfermedades ahora incurables.

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