Los arquitectos regionales se enfrentan al Gobierno cántabro por su nueva sede

La proyectada construcción de la nueva sede del Gobierno regional de Cantabria (unos 6.000 millones de pesetas de presupuesto) enfrenta a aquél con el Colegio de Arquitectos de Cantabria, contrario éste a la muy elevada volumetría exigida por el concurso de ideas, que 'obliga a diseñar', dice, 'un enorme y desproporcionado edificio encorsetado en un solar de reducidas dimensiones y en un entorno urbano'.

La parcela elegida, de unos 3.600 metros cuadrados, exige la demolición de la sede actual en la calle de Casimiro Sainz y la utilización de dos solares contiguos. La superficie a constr...

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La proyectada construcción de la nueva sede del Gobierno regional de Cantabria (unos 6.000 millones de pesetas de presupuesto) enfrenta a aquél con el Colegio de Arquitectos de Cantabria, contrario éste a la muy elevada volumetría exigida por el concurso de ideas, que 'obliga a diseñar', dice, 'un enorme y desproporcionado edificio encorsetado en un solar de reducidas dimensiones y en un entorno urbano'.

La parcela elegida, de unos 3.600 metros cuadrados, exige la demolición de la sede actual en la calle de Casimiro Sainz y la utilización de dos solares contiguos. La superficie a construir asciende a 26.000 metros cuadrados.

Tres arquitectos españoles y dos extranjeros, de un colectivo de 41 inicialmente inscritos en el concurso, han llegado a la final. Se trata de los españoles Carlos Ferrater, Jerónimo Junquera y Rafael Moneo; el inglés David Chipperfield y el norteamericano Peter Eisenman. El cántabro Juan Navarro Waldebeg y Mario Botta, suizo, renunciaron tras haber sido seleccionados.

Los arquitectos regionales muestran su preocupación por el que consideran 'un desafortunado y absolutamente equivocado planteamiento técnico del concurso, que ha puesto en entredicho', afirman, 'la propia esencia de la calidad arquitectónica y forzado las soluciones de los cinco concursantes'.

La corporación profesional manifiesta que el Gobierno ha estado mal asesorado técnicamente y debiera renunciar a la idea de elevar un macroedificio administrativo. No se trata de anular el concurso, sino de 'permitir al arquitecto finalmente designado una solución más armónica, equilibrada y proporcionada, un edificio coherente con su entorno y su tiempo que cumpla su función como sede y acoja una parte de la estructura administrativa sin perjucio de utilizar otros emplazamientos para las restantes dependencias que no tengan cabida física en el edificio proyectado'.

'Atrevimiento'

El Ejecutivo no ha permanecido mudo ante el comunicado del Colegio y acusa a sus gestores de 'atrevimiento' por insinuar que figuras de la talla internacional de Moneo, Chipperfield, Eisenman, Junquera y Ferrater han sido incapaces de ofrecer proyectos de calidad. El Gobierno, según su portavoz, deplora que el Colegio no haya formulado en sus quejas 'valoraciones más técnicas y precisas', limitándose a una 'descalificación global del concurso'.

Una exposición con las cinco maquetas seleccionadas se ha abierto en Santander y está lista para recorrer las principales localidades de Cantabria. Los visitantes son invitados a votar al que consideran proyecto más adecuado. El Gobierno, antes de terminar el año, desea tener el proyecto definitivo y se calcula que las obras podrán comenzar en 2003.

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