Sharon designa un equipo para negociar con Arafat cuando cese la violencia

Blair defiende un Estado palestino a cambio del respaldo árabe a la lucha contra el terrorismo

Ariel Sharon ha configurado un equipo dispuesto a negociar la paz con los palestinos, una vez se acabe la violencia. El primer ministro israelí efectuó este anuncio ayer ante el primer ministro británico, Tony Blair, quien se desplazó a la zona, siguiendo las consignas de EE UU, para promover el proceso de paz entre israelíes y palestinos, proclamar su apoyo al Estado palestino y pedir a cambio el respaldo de la comunidad árabe a la coalición internacional que lucha contra el terrorismo. 'Como prueba de nuestra voluntad de paz, he creado un equipo de negociación con Simón Peres', anunció Sharo...

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Ariel Sharon ha configurado un equipo dispuesto a negociar la paz con los palestinos, una vez se acabe la violencia. El primer ministro israelí efectuó este anuncio ayer ante el primer ministro británico, Tony Blair, quien se desplazó a la zona, siguiendo las consignas de EE UU, para promover el proceso de paz entre israelíes y palestinos, proclamar su apoyo al Estado palestino y pedir a cambio el respaldo de la comunidad árabe a la coalición internacional que lucha contra el terrorismo. 'Como prueba de nuestra voluntad de paz, he creado un equipo de negociación con Simón Peres', anunció Sharon.

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El jefe del Gobierno israelí hizo el anuncio 24 horas después de declarar ante la Knesset (Parlamento) su firme intención de reanudar las conversaciones con los palestinos, poniendo de esta manera fin a un paréntesis abierto hace un año, cuando se inició la segunda Intifada y se congeló el proceso de paz. Sharon afirmó en esas primeras declaraciones que él mismo tomaría las riendas de las conversaciones con el presidente palestino, Yasir Arafat, ya que, como soldado, conocía mejor que nadie el valor de la paz.

Sharon anunció ayer que las conversaciones con Arafat se desarrollarán en dos fases. La primera será un proceso destinado a conseguir un alto el fuego y la retirada de las ciudades palestinas ocupadas desde el pasado 17 de octubre, tras el asesinato del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi. La segunda fase tendría plenamente un carácter político y sólo comenzaría una vez conseguida de manera absoluta el fin de la violencia.

Debate sobre el proyectoEl debate sobre los proyectos de pacificación de Sharon cogieron ayer por sorpresa al primer ministro británico, Tony Blair, que se desplazó a Israel y Palestina para impulsar el proceso de paz entre ambas partes y tratar de conseguir a continuación de los países árabes -Siria, Jordania y Arabia Saudí- su apoyo incondicional a la coalición contra el terrorismo que encabeza Estados Unidos.

En su conversación privada con Ariel Sharon, Blair apreció el compromiso del primer ministro israelí a negociar con los palestinos, pero se mostró inflexible en cuanto a dos puntos concretos: el primero, la necesidad de abandonar cuanto antes las ciudades palestinas de Cisjordania asediadas desde hace casi dos semanas y, segundo punto, importante, poner fin a la política de asesinatos selectivos de dirigentes de la Intifada, ya que ello no hace más que crear, en palabras de Blair, 'nuevos ciclos de sangre'.

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'Considero que toda medida relativa a la seguridad de Israel debe de ser tomada de acuerdo con el derecho internacional', afirmó el líder británico a la prensa, descalificando de esta manera las tácticas sangrientas adoptadas en los últimos meses por el Ejército israelí para frenar la Intifada y los ataques terroristas. Blair, aun asegurando comprender el sentimiento de la población israelí, conminó a israelíes y palestinos a poner fin al ciclo de 'derramamiento de sangre' y 'encarrilar el proceso de paz'.

Blair se reunió ayer por la tarde en la franja de Gaza con el presidente palestino, Yasir Arafat, a quien reiteró por segunda vez en 15 días el compromiso de su país en apoyar un Estado palestino, en línea también con lo manifestado por Washington. El jefe del Gobierno británico pidió, sin embargo, al líder de la OLP mano dura para luchar contra los elementos más radicales de la Intifada, para no dar así excusas al Gobierno israelí a la hora de actuar con dureza contra la población de los territorios palestinos.

El primer ministro británico finalizaba con la visita a Israel y Palestina un viaje relámpago de tres días que le ha llevado a Damasco, Ammán y Arabia Saudí, donde se ha entrevistado con sus dirigentes, a los que ha reiterado por enésima vez el compromiso de su país, junto con Estados Unidos, de apoyar la proclamación de un Estado de Palestina. Blair escondió, sin embargo, que este apoyo tiene como contrapartida el respaldo árabe a la coalición contra el terrorismo y su solidaridad con la campaña militar contra Afganistán.

Condena al terrorismoLas reticencias y enfrentamientos entre Tony Blair y los dirigentes árabes han sido especialmente duras en Damasco, donde el presidente Bachar Al Assad le espetó publicamente en una conferencia de prensa, al finalizar una larga reunión, que 'no podemos separar el terrorismo en el mundo del terrorismo israelí practicado contra los palestinos'.

Blair trataba ayer de minimizar estos desacuerdos, señalando que lo más importante es que 'los países árabes comparten la condena del terrorismo' y que todos están también de acuerdo en 'no mezclar terrorismo con islam'.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon (izquierda), junto a su homólogo británico, Tony Blair, en Jerusalén.ASSOCIATED PRESS

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