Sharon toma las riendas de la negociación y promete una paz 'que dure generaciones'

El primer ministro israelí anuncia 'concesiones dolorosas, aunque no a costa de la seguridad'

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, está dispuesto a negociar con los palestinos, y él mismo tomará las riendas de las conversaciones, aunque con condiciones. La propuesta ha sido acogida favorablemente por la Autoridad Palestina, que ha anunciado su disposición a sentarse a la mesa de negociaciones, siempre y cuando esto suponga un respeto a las resoluciones internacionales y a los acuerdos pactados con anterioridad con Israel. "Estamos dispuestos a negociar, y yo mismo encabezaré las negociaciones; realmente, creo en ello", declaró ayer Sharon solemnemente en la Kneset (Parlamen...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, está dispuesto a negociar con los palestinos, y él mismo tomará las riendas de las conversaciones, aunque con condiciones. La propuesta ha sido acogida favorablemente por la Autoridad Palestina, que ha anunciado su disposición a sentarse a la mesa de negociaciones, siempre y cuando esto suponga un respeto a las resoluciones internacionales y a los acuerdos pactados con anterioridad con Israel. "Estamos dispuestos a negociar, y yo mismo encabezaré las negociaciones; realmente, creo en ello", declaró ayer Sharon solemnemente en la Kneset (Parlamento) de Jerusalén.

Más información

La propuesta de paz de Peres tiene ocho puntos que contemplan como condición previa el abandono de todos los asentamientos de Gaza, en un intento de ganarse la confianza de la otra parte. El plan respalda la creación de un Estado palestino, pero deja aparcados el futuro de Jerusalén y de los refugiados, asuntos que quedarían sometidos al criterio de una comisión internacional. El plan, apoyado por los laboristas, fue anunciado por Peres sin dar ninguna precisión, aunque adelantó que su discusión provocaría chispas en el Gobierno. El vaticinio se cumplió: Sharon vetó los dos temas de forma tajante: "no" a un encuentro que pueda suponer una negociación con Arafat en Formentor y "no" a un nuevo plan de paz que signifique un cortocircuito a su jerarquía.

Un grupo de palestinos inspecciona los restos de la casa en la que murió Ezedine al Kasam, militante de Hamás, en Hebrón.REUTERS
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Archivado En