Los árabes temen un refuerzo de los radicales

Sadam Husein pide a Estados Unidos que use la cordura y no la fuerza

El temor de muchos líderes árabes es que una acción militar norteamericana contra Afganistán o contra cualquier otro país musulmán podría reforzar a los grupos más radicales. En Líbano, que todavía tiene muy presentes las secuelas de la guerra civil, conviven movimientos tan diversos como una sección del grupo integrista palestino Hamás o Hezbolá junto con partidos suníes moderados, además de la presencia de tropas sirias, un país que, hasta la guerra del Golfo, fue considerado un patrocinador del terrorismo.

'Lo que no se puede es estar pidiendo a los palestinos un alto el fuego, mient...

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El temor de muchos líderes árabes es que una acción militar norteamericana contra Afganistán o contra cualquier otro país musulmán podría reforzar a los grupos más radicales. En Líbano, que todavía tiene muy presentes las secuelas de la guerra civil, conviven movimientos tan diversos como una sección del grupo integrista palestino Hamás o Hezbolá junto con partidos suníes moderados, además de la presencia de tropas sirias, un país que, hasta la guerra del Golfo, fue considerado un patrocinador del terrorismo.

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'Lo que no se puede es estar pidiendo a los palestinos un alto el fuego, mientras que Israel sigue utilizando aviones y carros de combate. ¿Qué tipo de alto el fuego es éste?', asegura Hahmed Shebaro, empresario libanés. Shebaro considera que la clave es que Estados Unidos y sus aliados tengan una intervención más decisiva en el conflicto palestino, que está a punto de cumplir un año y que ha provocado más de 800 muertos. 'Mientras que no haya una solución al problema palestino, en esta zona del mundo no habrá paz', dijo.

La inmensa mayoría de los líderes árabes y también las opiniones que se escuchan en las calles y en los cafés, van en el mismo sentido: EE UU debe jugar un papel más activo y recuperar la neutralidad que mantuvo al final de la presidencia de Bill Clinton ante el conflicto palestino-israelí. El periódico de Beirut L'Orient du jour aseguraba ayer en primera página que tan importante es castigar a los culpables como evitar que acciones de ese tipo vuelvan a producirse.

El único dirigente árabe que se ha desmarcado de esta postura, apoyar a EE UU en su lucha contra el terrorismo pero también criticar su posición en el conflicto palestino-israelí, ha sido Sadam Husein. Aunque en un comunicado difundido ayer por la presidencia iraquí, Sadam utilizó un lenguaje mucho más moderado que el de sus primeras declaraciones, que fueron un abierto desafío a Washington. 'Estados Unidos necesita cordura y no la fuerza, porque ellos y Occidente han usado la máxima fuerza y comprobado que no sirve para lograr lo que persiguen', dijo Sadam que también es el único presidente árabe que no ha condenado los atentados del martes. '¿Pueden sus gobernantes , aunque sólo sea por una vez, intentar utilizar la sabiduría de tal forma que su pueblo y el resto del mundo puedan vivir con estabilidad y en seguridad?', se preguntó. Muchos analistas consideran que este cambio podría deberse a que el dictador iraquí ha comprendido que esta vez, él es el segundo en la lista de objetivos de ataque de EE UU.

Un líder tribal de Jordania besa la bandera de EE UU antes de firmar en el libro de condolencias de la embajada de ese país en Ammán.REUTERS
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