Reportaje:

Conectado al sol

El colegio Ugaro de Legorreta es el primero de la red de Greenpeace con una instalación fotovoltaica

El impulso de uno de sus profesores y el apoyo económico de una empresa local han convertido al centro educativo Ugaro Herri Ikastetxea, ubicado en el pequeño municipio guipuzcoano de Legorreta (1.465 habitantes), en el primero de la Red de Escuelas Solares de Greenpeace de España que ha conseguido una instalación fotovoltaica para transformar la energía del sol en electricidad.

Diez paneles solares colocados en la fachada sur del edificio principal del colegio, inaugurados oficialmente hace unos días, conforman una instalación con una potencia de 1.100 vatios, que, teniendo en cuenta e...

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El impulso de uno de sus profesores y el apoyo económico de una empresa local han convertido al centro educativo Ugaro Herri Ikastetxea, ubicado en el pequeño municipio guipuzcoano de Legorreta (1.465 habitantes), en el primero de la Red de Escuelas Solares de Greenpeace de España que ha conseguido una instalación fotovoltaica para transformar la energía del sol en electricidad.

Diez paneles solares colocados en la fachada sur del edificio principal del colegio, inaugurados oficialmente hace unos días, conforman una instalación con una potencia de 1.100 vatios, que, teniendo en cuenta el clima vasco, se calcula que puede producir entre 1.000 y 1.100 kilovatios / hora al año. Esta cantidad equivale a la mitad del consumo medio de electricidad de una familia española al año, según indica José Luis García Ortega, responsable del proyecto Greenpeace Solar, quien subraya que la escuela de Legorreta ha pasado a ser 'una pequeña central eléctrica totalmente limpia', que evita la emisión de unos 500 kilos de CO2 cada año.

180 escuelas

Gracias a los paneles colocados en Ugaro Herri Ikastetxea -inscrita en la red de Greenpeace junto a 181 escuelas más- la luz del sol se transforma cada día, desde el pasado mes de febrero, en electricidad, que a su vez se transfiere a la red eléctrica general. El coste de la instalación ha sido de un millón y medio de pesetas, financiado en un 60% por la empresa de Legorreta Eredu y en un 40% por el Ente Vasco de la Energía. La inversión realizada, en principio, debería amortizarse en trece o catorce años a través de la venta de la energía producida a Iberdrola, que, por ley, tiene obligación de comprarla a 66 pesetas por cada kilovatio / hora producido.

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Sin embargo, en este punto comienzan los problemas de esta iniciativa ecológica. En estos momentos, el colegio de Legorreta 'está regalando la energía que produce a la compañía eléctrica', afirma García. Y es que, según explica, Iberdrola ha propuesto un borrador de contrato 'totalmente abusivo', que 'ignora y viola' lo que establece el Real Decreto de septiembre del pasado año 2000 sobre la conexión de instalaciones fotovoltaicas.

'Es una estrategia de la compañía eléctrica para retrasar el proceso y no pagar aquello que la ley les obliga a pagar', insiste el miembro de Greenpeace, quien, en cualquier caso, extiende las críticas a las administraciones central y vasca. Así, señala que al Gobierno central le falta publicar algo 'tan simple' como 'un contrato tipo' que evite que las compañías 'se escapen por ahí', al tiempo que urge al Ejecutivo autónomo vasco a que publique una normativa que 'obligue a Iberdrola a cumplir lo que la ley marca'.

A pesar de este escollo 'burocrático', García se muestra satisfecho por el hecho de que Ugaro Herri Ikastetxea haya logrado superar el principal problema para que el resto de las escuelas inscritas en la red de Greenpeace vean cumplido su deseo de contar con una instalación fotovoltaica: el dinero.

La escuela de Legorreta ha conseguido el grueso de la ayuda económica de una empresa local, que 'es una vía', admite García. No obstante, Greenpeace pretende que sea la administración pública la que financie la colocación de las instalaciones solares, para lo cual está en negociaciones con el Instituto de Ahorro Energético del Gobierno central.

'Hemos demostrado que la demanda existe y lo que hace falta es la respuesta de la administración pública', reitera García, quien recuerda que, en 1997 y 'para abrir camino', Greenpeace montó una instalación en un instituto de Palma de Mallorca. A partir de esa experiencia, numerosos centros de toda España se pusieron en contacto con la organización ecologista interesándose por el proyecto, lo que le dio la idea de montar la Red de Escuelas Solares, que quedó constituida formalmente en 1999.

El último recuento, que data de primeros de abril, suma 182 colegios de otras tantas localidades de España. Además del centro de Legorreta, en el País Vasco están registrados otros cinco colegios de Guipúzcoa, ubicados en Andoain, Irún, Hondarribia, Tolosa y Asteasu, una escuela de Ondarroa (Vizcaya) y otra de Llodio (Alava). Todas quieren seguir el ejemplo de Ugaro Herri Ikastetxea.

Alumnos de la Ugaro Herri Ikastetxea junto a los paneles solares.JAVIER HERNÁNDEZ

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