Reportaje:

Angulas de noche y en tortilla

La repoblación con más de 24.000 alevines trata de recuperar la especie en los ríos navarros

El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha repoblado esta temporada los ríos navarros con 24.500 ejemplares de alevín de angula, una especie autóctona desaparecida de los cauces fluviales de la región, para recuperar la presencia de la especie.

Históricamente apreciadas en la gastronomía navarra y frecuentes en las mesas reales y los días de Cuaresma junto a besugos y congrios, las anguilas desaparecieron de los cauces de los ríos, cuyas presas impiden que las crías lleguen desde el mar. En esta ocasión, la suelta periódica de alevines, de unos siete centímetros, proce...

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El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha repoblado esta temporada los ríos navarros con 24.500 ejemplares de alevín de angula, una especie autóctona desaparecida de los cauces fluviales de la región, para recuperar la presencia de la especie.

Históricamente apreciadas en la gastronomía navarra y frecuentes en las mesas reales y los días de Cuaresma junto a besugos y congrios, las anguilas desaparecieron de los cauces de los ríos, cuyas presas impiden que las crías lleguen desde el mar. En esta ocasión, la suelta periódica de alevines, de unos siete centímetros, procedentes del Bidasoa, se llevó a cabo el 5 de marzo en los ríos Ega, Cidacos, Aragón, Arga y en la balsa de Cintruénigo.

Las larvas de la anguila nacen en el océano Atlántico y emigran durante tres o cuatro años empujados por las corrientes marinas. Antes de adentrarse en los ríos las larvas sufren el último cambio morfológico y adquieren la forma cilíndrica de la anguila, a la vez que su cuerpo comienza a colorearse. En ese momento, las angulas miden unos 70 milímetros y comienzan su vida fluvial, donde vivirán y crecerán hasta transformarse en anguilas y alcanzar la madurez sexual.

En Navarra, el abastecimiento procedía casi siempre de las aguas del río Ebro, a cuya desembocadura llegaban desde las aguas atlánticas. Debió ser un plato apreciado y distinguido, ya que la Diputación Foral de Navarra obsequiaba con él tanto a infantes y príncipes en su paso por el reino, como en recibimientos a virreyes hasta bien entrado el siglo XX.

La costumbre hacía que las angulas se tomaran en Navarra por la noche y en forma de tortilla. En Tudela, las pochas con anguila ha sido tradicionalmente un plato típico del 26 de julio, día de santa Ana, la patrona de la localidad.

Debido al aprovechamiento hidráulico de los ríos, las angulas encuentran grandes dificultades para remontar las aguas dulces, por lo que el departamento de Medio ambiente consideró la repoblación el único método eficaz para la presencia en los ríos navarros de esta especie autóctona.

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El esfuerzo, según fuentes del departamento, no tiene fines de recuperación de la especie, cuyo ciclo vital requeriría la libre circulación entre los ríos y el mar, sino el simple mantenimiento artificial de la presencia de anguilas. De hecho, los grandes embalses construidos en el curso bajo del Ebro, en concreto la presa de Mequinenza, son infranqueables para la anguila y han abocado a la desaparición de esta especie en todos los ríos mediterráneos de Navarra.

El programa de reintroducción angulas se inició en 1984 y hasta la hecha se han liberado un total de 146.700 ejemplares de alevín en ríos y balsas navarras donde antaño su presencia era habitual.

Un técnico de Medio Ambiente pesa los alevines de anguila.EL PAÍS

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