El negocio de la 'leche negra'

Cuando una explotación ganadera produce más leche de la cuota que tiene asignada por Bruselas y la comercializa sin control oficial en el mercado mediante primeros compradores o industrias está cometiendo un fraude. Es el fraude de la leche negra. Esta práctica favorece al productor porque le evita pagar una tasa por superar su cuota. Y también beneficia al comprador, pues adquiere la leche a precios muy por debajo de los establecidos legalmente (hasta 20 pesetas menos). Actualmente, el ganadero debe pagar una multa de 60 pesetas por cada kilo de leche producido por encima de la cuota...

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Cuando una explotación ganadera produce más leche de la cuota que tiene asignada por Bruselas y la comercializa sin control oficial en el mercado mediante primeros compradores o industrias está cometiendo un fraude. Es el fraude de la leche negra. Esta práctica favorece al productor porque le evita pagar una tasa por superar su cuota. Y también beneficia al comprador, pues adquiere la leche a precios muy por debajo de los establecidos legalmente (hasta 20 pesetas menos). Actualmente, el ganadero debe pagar una multa de 60 pesetas por cada kilo de leche producido por encima de la cuota que tiene asignada.

La UE impone una asignación de cuotas de producción de leche a cada Estado miembro y a cada ganadero. España entró en la UE en 1986 con una cuota muy baja, que en los años siguientes fue aumentando hasta 5,5 millones de toneladas frente a una producción real de unos 6,5 millones de toneladas.

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En 1999, con la reforma de la Política Agrícola Común, España logró aumentar su cuota en otras 550.000 toneladas. A partir de la próxima campaña, la cuota será de 6,1 millones de toneladas. Con ese aumento de cuota, la Administración comunitaria y la española esperan poner fin a la leche negra, fraude conocido por Agricultura, por Bruselas y habitual en casi todos los países comunitarios.

Desde 1992, España ha comunicado anualmente a Bruselas unos datos de producción que han supuesto pagar unos 12.000 millones de pesetas de multas, si bien, extraoficialmente, se sabe que la producción real ha sido superior.

El último año, Agricultura emprendió un plan para clarificar el sector de la leche. Ese plan se centró en controlar más a los primeros compradores para eliminar la adquisición de leche negra y evitar el uso de subproductos. Este aumento de control ha obligado a determinadas empresas a comprar leche a precios de mercado y eliminar los subproductos que ofrecían, lo que ha provocado la subida de precios de las leches, que estaban en oferta por debajo de 65 pesetas el litro.

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