El pacto entre socialistas y populares ha estado sometido a una tensión permanente

Socialistas y populares coinciden en que el pacto de gobierno no corre peligro, pese a las discrepancias que les separan en materia presupuestaria. La última batalla que están librando responde a un desencuentro por el reparto de los recursos entre las áreasque gestionan, pero no es la primera vez que asoman las disputan internas en el Ayuntamiento donostiarra. Desde su concepción como gobierno bipartito, en octubre de 1999, la convivencia municipal ha atravesado por momentos más delicados que el actual, sostienen en ambos bandos.

El retraso en la aprobación del presupuesto es fruto de ...

Socialistas y populares coinciden en que el pacto de gobierno no corre peligro, pese a las discrepancias que les separan en materia presupuestaria. La última batalla que están librando responde a un desencuentro por el reparto de los recursos entre las áreasque gestionan, pero no es la primera vez que asoman las disputan internas en el Ayuntamiento donostiarra. Desde su concepción como gobierno bipartito, en octubre de 1999, la convivencia municipal ha atravesado por momentos más delicados que el actual, sostienen en ambos bandos.

El retraso en la aprobación del presupuesto es fruto de las tiranteces propias de una 'negociación económica' en la que 'nadie quiere ver reducida la asignación presupuestaria para su departamento', coinciden ambas partes. El logro de un 'reparto equitativo' entre las concejalías del PSE y el PP es el principal causante de la tardanza. En el PP consideran que el 'órdago' lanzado ayer por Elorza es una estrategia para 'meternos presión'.

En enero, socialistas y populares polemizaron con más dureza por el homenaje en San Sebastián a Ernest Lluch, lo que abrió una crisis interna que, según estos partidos, tampoco puso en solfa la continuidad del pacto.

Durante este mandato las desavenencias también afloraron cuando el PSE-EE rechazó una propuesta popular para expulsar a los ediles de EH de los órganos y patronatos municipales, por la aprobación del plan de euskera, los acuerdos del Arcepafe o cuando Elorza criticó al PP por lanzar propuestas imposibles como la de construir un minimetro. La oposición, en cambio, ha criticado el perjuicio que ocasionan estas polémicas en la gestión municipal.