'China es como un reino de bicicletas'
¡700.000 dólares! Con ese dinero (130 millones de pesetas) y una bicicleta se puede hacer una película que explique la China contemporánea y se forre a premios en un festival como el de Berlín. Ayer, Wang Xiaoshuai fumaba cigarrillos negros en un vestíbulo del Berlinale Palast antes y después de enterarse de la noticia. Su película Bicicleta Pekín consiguió el Gran Premio del Jurado, segundo en importancia de todos los que se otorgan en la muestra, y dos de sus actores, Cui Lin y Li Bin, encontrados en las calles de Pekín, se hicieron ex aequo con el galardón Piper Heidsieck a jóvenes i...
¡700.000 dólares! Con ese dinero (130 millones de pesetas) y una bicicleta se puede hacer una película que explique la China contemporánea y se forre a premios en un festival como el de Berlín. Ayer, Wang Xiaoshuai fumaba cigarrillos negros en un vestíbulo del Berlinale Palast antes y después de enterarse de la noticia. Su película Bicicleta Pekín consiguió el Gran Premio del Jurado, segundo en importancia de todos los que se otorgan en la muestra, y dos de sus actores, Cui Lin y Li Bin, encontrados en las calles de Pekín, se hicieron ex aequo con el galardón Piper Heidsieck a jóvenes intérpretes.
'Cuando vienes a un festival siempre esperas algo, pero siempre lo que te ocurre es mucho más de lo que esperas', afirma este director de 35 años, que tiene el pelo en punta, los dientes desalineados, viste de gris discreto y no pone ninguna objeción a considerarse discípulo de su compatriota Zhang Yimou, uno de los mejores cineastas vivos. Xiaoshuai sabe de festivales. Con sus cinco películas ha tenido oportunidad de ver cómo funcionan. La primera, The days, le dio premios en el de Tesalónica y en Taormina. Con la segunda, Frozen, recaudó en Rimini y en Rotterdam. En 1998, So close to paradise, su tercera película, consiguió en Premio de la Crítica Internacional en Cannes, y ahora la proyección de Bicicleta Pekín en la última jornada de Berlín ha convencido al jurado para lanzarla al mercado internacional.
'Con esta película he querido mostrar los aspectos sociales de dos jóvenes chinos a través de una bicicleta. Es un objeto fácil de utilizar como símbolo de mi país porque China es como un reino de bicicletas', cuenta Xiaoshuai, que en su cine demuestra la habilidad y la esencia del estilo oriental de ver la vida. Decía Yimou, el máximo representante de la llamada V Generación, en la que también está Chen Kaige, que el secreto de su estilo se resumía en un dicho chino: 'Si ves caer una hoja puedes contemplar el otoño'. Xiaoshuai lo confirma y cita a Yimou en su película: 'Es muy identificable este director para nuestra generación, la VI Generación. Se le conoce mucho en China, es una autoridad, pero creo que ellos hacían un cine más vinculado a explicar las tradiciones de nuestro país y en el que jugaban con cosas sobrentendidas. Nosotros lo hacemos más pegado a la realidad y al día a día. Nuestro estilo es más directo también'.
En la China actual, la lucha por una mountain bike se puede convertir en toda una metáfora de la lucha de clases. 'Nosotros, cuando éramos adolescentes utilizábamos cualquier bicicleta para ir de un sitio a otro. Con la llegada del capitalismo han aparecido bicicletas que pueden demostrar prestigio social. Uno de los jóvenes de mi película, el estudiante de colegio privado, quiere la bicicleta como símbolo de poder ante sus amigos, como forma de diversión. Y el otro, el mensajero, que llega de un pueblo a la gran ciudad, la necesita para sobrevivir'.
Xiaoshuai observa con esta historia su país desde una posición crítica. 'En Pekin, el desarrollo económico ha traido grandes desigualdades, puedes ver enormes bloques de casas nuevas encima de barrios pobres, todo va muy rápido sin que dé tiempo a que se vaya formando un poso cultural o de civilización o de tejido social y sin eso no tendremos un futuro solvente', dice. Pero, aún así, quiere que quede claro que no critica el capitalismo. 'Ni el capitalismo ni el socialismo. Quiero que el público reflexione sobre la historia de estos dos chicos, poco más', asegura este cineasta que empezó su carrera con presupuestos aun más bajos de los que ha manejado ahora. 'Hacía las películas con mis ahorros o pidiendo prestado a los amigos'.