Indispensable para la flota española
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El acuerdo pesquero no es clave para España por el volumen de las capturas, su valor o el número de embarcaciones afectadas. Sin embargo, sí es irrenunciable porque afecta a una flota de bajura que no tiene salidas para faenar en otras aguas y porque es fundamental en las economías de algunas zonas costeras de Andalucía, Galicia y Canarias. Esta fuerte dependencia es utilizada por Rabat en cada negociación.
Frente a una flota total de 17.000 unidades, los barcos que faenaban en Marruecos y el Sáhara no llegaban en el último acuerdo a las 400 unidades (900 hace una década). Rabat ha impuesto un fuerte recorte, que ha afectado sobre todo a los congeladores cefalopoderos porque choca con los intereses de empresarios de ese país en la comercialización exterior y muy especialmente en Japón.
Los 4.250 tripulantes de estos barcos tienen un efecto multiplicador en tierra para otras 25.000 personas. De esa cifra, 1.670 son andaluces, 1.540 gallegos y casi 900 canarios. A ellos hay que que sumar otros 1.000 marroquíes embarcados en flota española.