La experiencia de escribir en el exilio

Valladolid se perfila como la sede española del PEN Internacional

Escritores, periodistas e intelectuales de ocho países se reunieron esta pasada semana en Valladolid para analizar cuestiones como el exilio, la disidencia o la doble persecución que sufren las mujeres en determinados países donde sigue sin respetarse el librepensamiento. El congreso, llamado La escritura perseguida. Disidencia y exilio, contó con destacados especialistas como el español Carlos Blanco Aguinaga o la colombiana Anabel Torres.Del exilio habló un español que puede relatar su propia experiencia. Se trata del escritor vasco Jon Juaristi, director de la Biblioteca Nacional, qu...

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Escritores, periodistas e intelectuales de ocho países se reunieron esta pasada semana en Valladolid para analizar cuestiones como el exilio, la disidencia o la doble persecución que sufren las mujeres en determinados países donde sigue sin respetarse el librepensamiento. El congreso, llamado La escritura perseguida. Disidencia y exilio, contó con destacados especialistas como el español Carlos Blanco Aguinaga o la colombiana Anabel Torres.Del exilio habló un español que puede relatar su propia experiencia. Se trata del escritor vasco Jon Juaristi, director de la Biblioteca Nacional, que en la sesión de clausura de los encuentros relató que aquellos intelectuales que tuvieron que abandonar Euskadi "por presiones de los nacionalistas" están "recibiendo de los escritores vascos el silencio, cuando no ataques insidiosos". "Por el contrario", afirmó el autor de El Bucle melancólico y El bosque imaginario, "los escritores de otros puntos de España han mantenido con nosotros una solidaridad conmovedora". Juaristi, autor cuyas obras sobre el origen del nacionalismo vasco le han reportado premios y amenazas, volvió a poner de manifiesto en su conferencia "los vínculos genéticos entre los mecanismos de exclusión del nacionalismo vasco y la persecución al judío y al hereje en tiempos de la Inquisición".

Para Homero Aridjis, las llamadas amenazantes empezaron en 1996. El actual presidente del PEN Internacional cometió el grave error de ejercer su profesión de periodista y criticar las matanzas de Chiapas, así como la política del Partido Revolucionario Independiente (PRI) en México.

Cada movimiento de Aridjis, tanto profesional como personal, tenía como resultado una nueva amenaza que le hundía, tanto a él como a su familia, en una psicosis que se veía acrecentada aún más por el trabajo continuado de los tres guardaespaldas que la Administración priísta había puesto a su disposición.

Sólo la presión internacional y el apoyo de otros periodistas y escritores del resto del mundo rescató a Aridjis de esa cárcel que vigilan los elementos contrarios a la libertad intelectual y de expresión. Algo parecido le ocurrió a Bashkim Shehu, autor que ha publicado ya en España dos libros desde 1997 y que tuvo que abandonar Albania tras la muerte en extrañas circunstancias de su padre Mehmet, primer ministro en la Albania comunista, y haber padecido ocho años de cárcel y año y medio de destierro. Otro caso más es el de la escritora colombiana Anabel Torres, que hubo de exilarse a Holanda, o el del periodista cubano Germán Díaz, que fue autorizado a salir de la isla con la recomendación de las autoridades de que no volviera.

Ningún continente está exento de violaciones a la libertad de expresión y creación, según el presidente del PEN Club. La persecución "es todavía tan grande como la de principios de siglo, pero con maneras más sibilinas".

China es uno de los Estados donde más abusos se cometen contra los librepensadores, mientras que en Turquía la organización acoge a más de 125 escritores, periodistas, editores y periódicos perseguidos por el Gobierno. En Irán, el arresto de escritores, tras el cierre de 18 periódicos en la primavera de este año, ha sido una constante, según Aridji, quien coincide con el argentino, Carlos Alfieri, en que en algunas ocasiones el exilio es un privilegio, ya que , "puede evitar el que seas asesinado".

Tras el congreso La escritura perseguida. Disidencia y Exilio, aprobaron un documento en el que proclaman "el derecho inalienable que asiste al escritor para expresar libremente sus opiniones, el derecho a la creación donde quiera que se encuentre, así como el derecho de asilo que los Estados democráticos reconocerán a los escritores perseguidos".Valladolid ha sido la primera ciudad española que ha tomado postura en favor de los escritores y periodistas perseguidos y tiene, igualmente, la posibilidad de ser la ciudad que acoja la sede permanente del PEN. Ya en el año 1995 se constituyó en ciudad refugio para escritores y acogió por un año a la argelina Aïcha Lemsine.

El PEN es una organización no gubernamental creada en 1921 en Inglaterra a iniciativa de Joseph Conrad, Bernard Shaw y H. G. Wells, con el fin de defender la libertad de expresión y el apoyo a los escritores y periodistas encarcelados, silenciados y exiliados. En la actualidad son socios autores como Nadine Gordimer, Umberto Eco, Vargas Llosa o Salman Rusdie y sus actividades de denuncia y campañas en favor de los perseguidos se desarrollan a través de 130 centros en 94 países .

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