"Hay que prohibir todos los piensos con restos de rumiantes"

Juan Badiola, director del Laboratorio Nacional de Referencia sobre Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, es el principal asesor científico del Gobierno español en todo lo relacionado con las vacas locas. Badiola es también miembro del Comité Científico de la UE sobre Sanidad y Protección Animal.Pregunta. ¿Deben prohibirse los piensos con restos animales para todos los propósitos?

Respuesta. Lo que es imprescindible, para evitar contaminaciones cruzadas, es que se prohíban por completo los piensos de origen rumiante (de vacas, cabras, ovejas) para la alimentac...

Juan Badiola, director del Laboratorio Nacional de Referencia sobre Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, es el principal asesor científico del Gobierno español en todo lo relacionado con las vacas locas. Badiola es también miembro del Comité Científico de la UE sobre Sanidad y Protección Animal.Pregunta. ¿Deben prohibirse los piensos con restos animales para todos los propósitos?

Respuesta. Lo que es imprescindible, para evitar contaminaciones cruzadas, es que se prohíban por completo los piensos de origen rumiante (de vacas, cabras, ovejas) para la alimentación de cualquier animal, incluidos cerdos, pollos y peces. Prohibir o no las harinas con restos de animales no rumiantes es una cuestión más opinable. Sólo los rumiantes, los felinos y los visones son susceptibles de padecer (y transmitir) encefalopatías espongiformes. Por tanto, no se puede sostener desde un punto de vista estrictamente científico la necesidad de prohibir los piensos con restos de otros animales.

P. Pero ¿supone un problema técnico garantizar que un pienso con restos animales esté 100% libre de material de rumiantes?

R. En efecto, puede ser un problema técnico, de control.

P. Aunque no se hayan detectado en España casos de reses infectadas, ¿sería aconsejable comercializar sólo carnes deshuesadas?

R. Yo vengo repitiendo una regla simple: cuanto más joven sea el animal, y cuanto más puro sea el tejido muscular que se consume, menos riesgo.

P. Desde el 1 de octubre es obligatorio eliminar el cerebro y la médula de todas las reses sacrificadas. Pero ¿estamos en condiciones de hacerlo?

R. Es un gran desafío. Sólo hay en España cinco plantas incineradoras autorizadas, insuficientes para toda esa cantidad de material. Es urgente poner en marcha nuevas incineradoras, y no vale cualquier cosa. Los priones [agentes que transmiten la enfermedad] son muy resistentes al calor. Las incineradoras deberán alcanzar unos 800 grados.

P. ¿Está perfectamente claro que no ha habido en España ningún caso humano de vacas locas, es decir, ninguna nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob?

R. Creo que es muy difícil que se haya escapado algún caso. Desde 1996 se han intensificado mucho las medidas de vigilancia frente a la enfermedad. Si en el Reino Unido los detectan, en España, donde tenemos los mejores neuropatólogos, deberíamos detectarlos también.

P. ¿Es probable que se llegue a dar un caso humano en España?

R. Creo que es poco probable, salvo que se trate de una persona que haya vivido en el Reino Unido en el periodo peligroso, es decir, entre 1984 y 1990.

P. ¿Aconsejaría usted la autopsia sistemática en los casos de Creutzfeldt-Jakob?

R. Sí. Estamos esforzándonos por tener un sistema de vigilancia animal lo más preciso posible, estamos hablando de analizar 300.000 reses, de destruir miles de toneladas de residuos, realmente no se entendería que no se practicaran autopsias a las víctimas de una enfermedad que se da en poco más de un caso por millón de habitantes.

P. Pero no siempre se hacen.

R. Sé que algunos patólogos, o sus equipos, son reacios a hacer estas autopsias. Pero creo que debería ser una obligación. Manipular el cerebro de una víctima tiene sus riesgos, pero esto pasa con muchísimas otras enfermedades. La solución está muy clara: tomar medidas de seguridad.