Giardinelli gana con un libro sobre Patagonia el premio Grandes Viajeros

Una fuerte brisa hacía flamear los pabellones de los barcos amarrados en el muelle vecino y decenas de gaviotas flotaban contra un cielo muy azul mientras se proclamaba ayer en Barcelona, en un local abierto al viento, el premio Grandes Viajeros 2000 convocado por Ediciones B e Iberia. El jurado acordó por unanimidad conceder la tercera edición de este premio al escritor argentino Mempo Giardinelli (Resistencia, Chaco, 1947) por Final de novela en Patagonia, presentado con el insuperablemente pertinente seudónimo de Phileas Fogg. Asimismo, recomendó la publicación de la obra del finalis...

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Una fuerte brisa hacía flamear los pabellones de los barcos amarrados en el muelle vecino y decenas de gaviotas flotaban contra un cielo muy azul mientras se proclamaba ayer en Barcelona, en un local abierto al viento, el premio Grandes Viajeros 2000 convocado por Ediciones B e Iberia. El jurado acordó por unanimidad conceder la tercera edición de este premio al escritor argentino Mempo Giardinelli (Resistencia, Chaco, 1947) por Final de novela en Patagonia, presentado con el insuperablemente pertinente seudónimo de Phileas Fogg. Asimismo, recomendó la publicación de la obra del finalista Roger Mimó Lladós, Que tu camino sea largo, un viaje iniciático por parajes africanos que arranca con un intento frustrado de subir a El Turcal, la montaña más alta de Marruecos. El Grandes Viajeros, al que se habían presentado casi 200 obras, está dotado con cinco millones de pesetas y una vuelta al mundo valorada en otros dos. El libro ganador se publicará en noviembre.

Del jurado, compuesto por Rosa Montero, Luis Sepúlveda, Miquel de Palol, Mariano López, Andrés Castro, Pedro Páramo, Santiago del Rey y Blanca Rosa Roca, correspondió a Sepúlveda presentar la obra ganadora. Lo hizo con elocuencia y emoción: no en balde le une una gran amistad al autor (él mismo, Sepúlveda, aparece en el libro).

"Gran contador"

Señaló Sepúlveda que Giardinelli, al que en el momento de fallarse el premio aún no se le había podido localizar para darle la noticia, "es un enorme escritor que conforma la gran tríada argentina con Cortázar y Oswaldo Soriano; ganador del Rómulo Gallegos, autor de novelas imprescindibles como La revolución en bicicleta, y que por desgracia o desidia editorial no es del todo conocido en España". Le describió como "de fisonomía plantígrada, gran contador de historias, estupendo cocinero y especialista en el ejercicio constante de la memoria". Y confió en que el premio Grandes Viajeros contribuya a difundir su obra. Dijo de este libro que le ha reportado el galardón que no es sólo el relato de un aparentemente modesto viaje por la Patagonia en un viejo Ford Fiesta naranja con un amigo, sino que incluye unas notas muy heterogéneas, poemas, reflexiones, sueños, pensamientos y es a la vez la historia de la creación de una novela que el propio autor trata de desencallar durante su itinerario.

En el viaje, "lleno de ternura", destacan, según Sepúlveda, los encuentros humanos, como el de un viejo ciego abandonado en una estación cuando debían llevarlo para operar a Buenos Aires.

Hablar de Patagonia obliga a hablar de Bruce Chatwin: los miembros del jurado marcaron las distancias entre el periplo patagón de éste y el de Giardinelli y dijeron que el libro del segundo no tiene nada que envidiar sino al contrario al del viajero de Sheffield.

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