Cataluña sólo atrae el 7,5% del capital riesgo destinado en España a la 'nueva economía'

Madrid concentra el 72% de este tipo de financiación dirigida a empresas tecnológicas

Las inversiones de capital riesgo destinadas a empresas tecnológicas radicadas en Cataluña apenas representaron en 1999 el 7,5% del total invertido en España. El escaso apego de las empresas catalanas a abrir su accionariado a las sociedades de capital riesgo, auténticos guardaespaldas de los nuevos negocios de Internet, puede ser un lastre para el despegue de la nueva economía en Cataluña.

Entre muchos de los responsables de bombear financiación a los nuevos proyectos de Internet es casi una frase tópica que "actualmente, en España e incluso fuera, es más fácil encontrar capital que bu...

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Las inversiones de capital riesgo destinadas a empresas tecnológicas radicadas en Cataluña apenas representaron en 1999 el 7,5% del total invertido en España. El escaso apego de las empresas catalanas a abrir su accionariado a las sociedades de capital riesgo, auténticos guardaespaldas de los nuevos negocios de Internet, puede ser un lastre para el despegue de la nueva economía en Cataluña.

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La idiosincrasia empresarial

Entre muchos de los responsables de bombear financiación a los nuevos proyectos de Internet es casi una frase tópica que "actualmente, en España e incluso fuera, es más fácil encontrar capital que buenas ideas de negocio". Nicolás Bonilla, socio director en España de la empresa de capital riesgo Apax Partners, le añade una coletilla reveladora: "Muchas de las ideas están en Barcelona. El dinero está en Madrid".La frase tiene su lógica si se tiene en cuenta que la capital española concentra el 36% del capital riesgo total invertido en España el año pasado (120.000 millones de pesetas, el doble que en 1998). El liderazgo de Madrid se dispara en el capítulo referido a las inversiones en el sector informático y de nuevas tecnologías, ya que la comunidad madrileña acaparó el 72% de todo lo invertido en España (unos 17.000 millones de pesetas). Las empresas catalanas sólo se llevaron una pequeña porción del pastel: el 10% (12.000 millones de pesetas), que desciende al 7,5% en el caso de los negocios relacionados con la nueva economía. Cataluña sale algo mejor parada en este campo si se toma como referencia el periodo 1997-1999, ya que su peso relativo se eleva entonces al 9%.

Concentración de capital

"La inversión privada ha sido más espontánea en Madrid, obsesionada por no perder el nuevo tren. Aquí hemos sido más conservadores", valora Nuria Bosch, del servicio Asesoría de Recerca de Capital (ARC), dependiente del Centro de Información y Desarrollo Empresarial (Cidem), de la Generalitat. "Lo importante es que desde la Administración se han reconocido las lagunas y se está trabajando para cubrirlas", añade Bosch. Las sociedades de capital riesgo explican estas cifras apelando a la idiosincrasia de la empresa familiar catalana. "En Barcelona se arrastra la falta de tradición de dar entrada en el accionariado al capital riesgo. Todavía cuesta mucho separar lo que es la gestión de la empresa de la propiedad", resume desde Madrid el sentir general del sector Javier de Jaime, director general de CVC Capitals Partners. De Jaime conoce el terreno, ya que la sociedad que dirige ha tenido a Cataluña como destinataria del 50% de los 40.000 millones de pesetas invertidos en España en los últimos tres años.La distancia entre el peso de Madrid y Barcelona se reduce si, en lugar del capital riesgo invertido, se toma como referencia el número de operaciones cerradas con este tipo de sociedades: el 27,7% cuajaron en la capital española, mientras en Cataluña se concentró un 15,4% de ellas. "De estos porcentajes se deduce que en Cataluña hay muchas operaciones, pero de valor medio más bajo", señala José Ángel Sarasa, primer ejecutivo de Baring Private Equity Partners España.

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Desde Catalana d'Iniciatives -con diferencia, la mayor sociedad del sector de capital riesgo catalana, constituida en 1993 con accionistas privados y públicos-, su consejero delegado, Francesc Raventós, reconoce "el mayor dinamismo en Internet que se detecta en Madrid", así como la estridente concentración de firmas del sector en la capital española, aunque algunas empresas extranjeras (3i o Granville Baird, por ejemplo) sean particularmente activas en Barcelona.

Los proyectos que precisan entre 50 y 250 millones no encuentran inversores

"Es indiscutible que la localización del capital riesgo en Madrid es un factor que hay que tener en cuenta en el menor hervidero de Internet en Barcelona. Éste es un sector en el que la proximidad y los contactos personales cuentan mucho", subraya Oriol Pinya, catalán que reside en Madrid, donde trabaja para Apax Partners.El número de nuevos proyectos de negocio originarios de Madrid que acaban sobre la mesa de Apax es cinco veces superior al de planes empresariales de otros puntos de España. Lo corrobora José Ángel Sarasa: en Baring Private Equity Partners, el 70% de los proyectos referidos a las nuevas tecnologías que llegan y se analizan son de emprendedores de Madrid. De los 10.000 millones de pesetas que constituyen el fondo de Baring, la sociedad está en trámites de invertir el 20% en Cataluña.

Uno de los problemas con los que topan los emprendedores catalanes es la falta de entidades que aporten volúmenes de financiación medianos. Muchas de las grandes firmas no entran en el accionariado de una empresa si la inversión mínima no supera los 300 o más millones de pesetas, de modo que la alternativa se reduce a las inversiones pequeñas impulsadas desde el Ayuntamiento de Barcelona -a través de Barcelona Emprèn-, con un tope máximo de 50 millones por operación.

"Nosotros no entramos con menos de 250 millones, salvo en el caso de empresas de Internet, en las que el mínimo pueden ser 50 millones. Si una empresa necesita 150, se encuentra con que nadie cubre la franja de los 50 a los 250, sobre todo si está empezando", enfatiza Raventós.

Las propias sociedades de capital riesgo están revisando la composición de sus inversiones para aumentar la parte orientada a la nueva economía. Catalana d'Iniciatives, por ejemplo, que este año tiene previsto invertir un total de 5.000 millones de pesetas, quiere elevar del actual 18% a al 25% su pata tecnológica.

En la marea inversora que genera Internet, no pueden olvidarse iniciativas procedentes de empresarios catalanes de la economía tradicional, como es el caso emblemático de Net Technology Investment. La filial del grupo inmobiliario Metrópolis reúne en su accionariado a una veintena de accionistas de la flor y nata del empresariado catalán, como Lluís Bassat, (Bassat, Ogilvy & Mather), Emilio Cuatrecasas (Cuatrecasa Abogados), José Manuel Lara (Planeta), Rafael Tous (Grupo Godia), Antonio Vila Casas y Santiago Oller (Almirall Prodesfarma), Jordi Clos (Derby Hoteles), Javier Ferrero (Nutrexpa), Juan Manuel Soler Pujol (concesionarios Quadis) o Miguel Ángel Cadarso (General de Relojería). Metrópolis participa en algunas de las empresas de Internet de mayor renombre, como Parfumsnet.com, Netjuice, Ola Internet o Teleprix.com.

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