TRAGEDIA EN EL ÁRTICO

Los grandes daños observados en el submarino ruso apuntan a que chocó contra un gran navío

"La situación en el Kursk está cercana a la catástrofe". Con estas palabras, el primer ministro Mijaíl Kasiánov abrió ayer la reunión del Gobierno ruso. A estas declaraciones había precedido una noche de infructuosos intentos de abrir una vía hasta el submarino varado en el fondo del mar de Barents con 118 tripulantes. La filmación de los daños del submarino permitió ayer al Gobierno ruso concluir que el sumergible chocó en la superficie con un barco de gran tonelaje. Y la mayoría de la tripulación estaba en las zonas afectadas por el choque. Después se hundió en un par de minutos.

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"La situación en el Kursk está cercana a la catástrofe". Con estas palabras, el primer ministro Mijaíl Kasiánov abrió ayer la reunión del Gobierno ruso. A estas declaraciones había precedido una noche de infructuosos intentos de abrir una vía hasta el submarino varado en el fondo del mar de Barents con 118 tripulantes. La filmación de los daños del submarino permitió ayer al Gobierno ruso concluir que el sumergible chocó en la superficie con un barco de gran tonelaje. Y la mayoría de la tripulación estaba en las zonas afectadas por el choque. Después se hundió en un par de minutos.

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Filmación de daños

El submarino se fue a pique "en un par de minutos" tras chocar con un "objeto exterior no identificado de gran tonelaje", dijo anoche el viceprimer ministro ruso Iliá Klebánov, que encabeza la comisión gubernamental que investiga las causas del accidente. Aunque la conclusión no es definitiva, Klebánov cree que el sumergible recibió "probablemente un fuerte impacto dinámico" en la parte derecha de la proa. Después se golpeó contra el suelo y el reactor nuclear no se desplazó. El mecanismo de apagado automático funcionó perfectamente, según Klebánov. La mayoría de los tripulantes estaba en el lugar afectado por el choque aunque, "según los constructores del submarino, han debido tener suficiente tiempo para evacuar hacia compartimentos más seguros". Fuentes navales aseguraron además que el Kursk envió las primeras señales pidiendo socorro ya el viernes, tres días antes de que la Marina anunciara el siniestro.La tripulación, mientras tanto, sigue sin dar señales de vida. Las noticias que llegaron por la tarde de ayer asegurando que los marinos habían reanudado su golpeteo pidiendo auxilio resultaron falsas. Ígor Digalo, jefe del servicio de prensa de la Marina, fue el encargado de desmentirlo, mientras el pesimismo se iba apoderando de los rusos. Cuatro intentos hicieron en la noche del miércoles al jueves los batiscafos, o cápsulas de salvamento, y otros seis durante el día de ayer, pero todo en vano. Las corrientes marinas, la poca visibilidad y la inclinación del submarino, varado a 108 metros de profundidad, lo han impedido. Por si esto fuera poco, ahora se está agregando un nuevo peligro: el Kursk se hunde en las fangosas arenas del fondo del mar.

Además de intentar rescatar a los tripulantes, los batiscafos realizaron cinco horas de filmación del submarino, que han mostrado grandes daños en la parte delantera del Kursk, en las dos primeras secciones. En la primera se encuentran los torpedos del navío, y en la segunda, el puesto de mando. El agua también debe de haber inundado las secciones tercera y cuarta, donde se encuentra la radio y los camarotes. Esto vendría a confirmar que perecieron decenas de tripulantes. El grupo de información de Defensa británico Jane's estima que el 75% ha muerto.Además, el periscopio aparece izado, por lo que se piensa que el Kursk estaba cerca de la superficie. La hipótisis es que un barco, posiblemente mercante, pasó por encima del submarino dañando además la cámara de salvamento que lleva en la parte de arriba. Según confirmó Efe, el barco Mejánik Yártsev, de la compañía Naviera del Norte, entró cerca del mediodía del viernes en la zona. Todos esperan, mientras, la llegada mañana de la ayuda británica.

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