Los armadores andaluces creen que un acuerdo con Marruecos por separado sería más fácil

Pedro Maza, presidente de los armadores andaluces, ante otro acuerdo con Marruecos es partidario de separar a los barcos andaluces de la potente flota cefalopodera gallega con base en Canarias. Maza opina que el Gobierno "está retrasando la negociación para proteger los intereses gallegos y canarios" y que la Comisión Europea tampoco está defendiendo a la flota andaluza. Los armadores temen que si no hay acuerdo y hay que desguazar los barcos las ayudas que están recibiendo ahora serán un anticipo por el cese de actividad. Y van a pedir que estos ingresos estén exentos de impuestos.

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Pedro Maza, presidente de los armadores andaluces, ante otro acuerdo con Marruecos es partidario de separar a los barcos andaluces de la potente flota cefalopodera gallega con base en Canarias. Maza opina que el Gobierno "está retrasando la negociación para proteger los intereses gallegos y canarios" y que la Comisión Europea tampoco está defendiendo a la flota andaluza. Los armadores temen que si no hay acuerdo y hay que desguazar los barcos las ayudas que están recibiendo ahora serán un anticipo por el cese de actividad. Y van a pedir que estos ingresos estén exentos de impuestos.

La carta dirigida por el comisario Franz Fischler el 31 de marzo al primer ministro marroquí Abderramán Yusufi ha sido un jarro de agua fría para los armadores andaluces. Pedro Maza critica que se ofrezca "establecer empresas mixtas en todo el sector de la pesca" de manera generalizada. Hasta el momento Marruecos ha impedido que en los barcos que fuesen empresas mixtas pudiera tener mayoría un socio extranjero. El presidente de los armadores andaluces tiene una segunda crítica a la carta de Fischler: "No deja ninguna puerta abierta a que se pueda realizar un acuerdo tradicional como los tres anteriores de la Unión Europea con Marruecos". Estas descalificaciones a la actuación de la Comisión Europea se unen a un recelo extendido en los puertos andaluces. Un representante de los armadores onubenses sostiene que hay intereses políticos detrás de la estrategia del Gobierno español "que no está empujando ni a la Comisión, ni a Marruecos". La flota más potente, y la que más interés tiene Marruecos en eliminar del acuerdo, es la gallega, con base en Canarias, que captura sepia, camalar y pulpo. "Se trata de feudos electorales del PP y de Coalición Canaria, por lo que no se hará nada que perjudique sus intereses", añade este dirigente de Huelva. Un representante del sector apunta que "se están buscando otros caladeros para estos barcos en Mauritania y América y cuando tengan su futuro despejado se pensará en el conjunto".

Otra de las preocupaciones de los armadores es que están cobrando unas ayudas por el amarre de la flota que tendrían que ser devueltas si no hay tratado y los buques van al desguace. Además, la subvención comunitaria está siendo considerada como renta por la Hacienda española. Y van a pedir que este subsidio esté exento de tributación.

La tranquilidad es la tónica dominante en los puertos andaluces, en contraposición con la tensión que se vivió durante la negociación del anterior acuerdo en 1995. "Los armadores están más angustiados que los marineros", según fuentes de la Administración andaluza. En todo caso, Maza subraya que no están dispuestos a "sacarle la chinita del zapato a Bruselas", en alusión a eventuales movilizaciones que presionen a Marruecos.

Otra reclamación del sector al Gobierno es una reducción en el precio del combustible, que está entre 44 y 47 pesetas por litro "con una subida del 125% en un año", señala un armador. Finalmente, toda la industria auxiliar está soportando el amarre de la flota sin ningún tipo de ayuda. Las fábricas de hielo, las empresas de pertrechos, redes, víveres, transportistas, efectos navales y talleres de reparación no tienen subvenciones comunitarias. La Junta ha solicitado al Gobierno compensaciones financieras y sociales para estas empresas.