"Ésta no es mi niña"

Remedios amamantó a su hija durante un mes sin saber que no era suya. Ocurrió el verano pasado y el error se originó en el hospital Joan XXIII de Tarragona, donde se intercambiaron las pulseras de identificación a dos recién nacidas. La prueba del ADN, pedida por una de las madres, demostró que alguien había intercambiado los brazaletes. Este caso, extraordinario, no es, seguramente, el único acaecido en España. En Granada, una mujer aseguraba el año pasado que el hospital había confundido a su bebé con otro que había fallecido. Sólo las denuncias, cuando algún motivo extraordinario alerta a ...

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Remedios amamantó a su hija durante un mes sin saber que no era suya. Ocurrió el verano pasado y el error se originó en el hospital Joan XXIII de Tarragona, donde se intercambiaron las pulseras de identificación a dos recién nacidas. La prueba del ADN, pedida por una de las madres, demostró que alguien había intercambiado los brazaletes. Este caso, extraordinario, no es, seguramente, el único acaecido en España. En Granada, una mujer aseguraba el año pasado que el hospital había confundido a su bebé con otro que había fallecido. Sólo las denuncias, cuando algún motivo extraordinario alerta a la familia, sacan a la luz alguna confusión. "Hay estudios que demuestran que quizá hay más equivocaciones que nunca se detectan", decía ayer Matesanz, añadiendo que siempre son casos extraordinarios. Como lo fue el de las dos niñas intercambiadas en un hospital estadounidense. Las familias lo supieron, casualmente, tres años después.

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