Los talibán e India aseguran que las negociaciones con los piratas aéreos están en un momento crítico

El drama del Airbus 300 de Indian Airlines entró ayer en su séptimo día. Las negociaciones para liberar a los 155 pasajeros alcanzaron ayer un punto crítico. Fuentes afganas e indias coinciden en que las conversaciones se hallan en un "momento delicado". Para el ministro talib de Exteriores, Abdul Wakil Muttawakil, el final está más cerca y se mostró esperanzado de que éste sea feliz: "Hoy [por ayer] ha sido una jornada muy ajetreada para ambas partes; un día prometedor. Las negociaciones han ido bien, aunque hay ciertas consideraciones que no puedo revelar en estos momentos".

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El drama del Airbus 300 de Indian Airlines entró ayer en su séptimo día. Las negociaciones para liberar a los 155 pasajeros alcanzaron ayer un punto crítico. Fuentes afganas e indias coinciden en que las conversaciones se hallan en un "momento delicado". Para el ministro talib de Exteriores, Abdul Wakil Muttawakil, el final está más cerca y se mostró esperanzado de que éste sea feliz: "Hoy [por ayer] ha sido una jornada muy ajetreada para ambas partes; un día prometedor. Las negociaciones han ido bien, aunque hay ciertas consideraciones que no puedo revelar en estos momentos".

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El enviado de las Naciones Unidas para mediar de forma no oficial en la crisis de los rehenes, Erick de Mul, que regresó ayer a Kandahar procedente de Pakistán, se encuentra también muy satisfecho con el curso de los acontecimientos. "Soy, de alguna manera, más optimista después de lo sucedido ayer [por el miércoles]. Es importante que todo el mundo conserve el sentido común y mantenga la cabeza fría", aseguró a los periodistas.Nada se sabe acerca de qué es lo que ha modificado tanto la situación en las últimas horas. Pero quizá la clave esté en otra parte de las declaraciones realizadas ayer por el ministro afgano Muttawakil, quien se mostró bastante preocupado por el futuro manejo de los asuntos logísticos, tales como qué sucederá con los pasajeros y los secuestradores si éstos descienden del Airbus en Kandahar o se produce la liberación de los militantes cachemiros que reclaman los piratas. Estas preocupaciones han sido trasladadas al representante de la ONU.

Un debate en este momento sobre la eventualidad de la liberación de los 155 pasajeros hace pensar que el Gobierno indio está en la línea de ceder en todo o en parte a las reclamaciones de los secuestradores, centradas ya en la puesta en libertad de 36 independentistas cachemiros.

No se habla de números

En Nueva Delhi, el Gobierno indio desmintió ayer que los secuestradores (aún se desconoce si son cinco o seis) hayan lanzado un nuevo ultimátum, con un plazo fijo para el cumplimiento de sus demandas. Sin embargo, un portavoz del Ejecutivo indio prefirió no seguir la estela de optimismo que reina en Kandahar -"las conversaciones están un momento delicado"- y pidió cautela a todos. "No estamos hablando de números, sino de cuestiones más generales", señaló, por su parte, uno de los negociadores indios enviados al sur de Afganistán, dando a entender que el acuerdo aún no está alcanzado.

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El momento más tenso del séptimo día se produjo cuando una caravana de talibán fuertemente armados hizo acto de presencia en las pistas de Kandahar. Los observadores creen que con ese despliegue los talibán tratan de desterrar cualquier sospecha de que su Gobierno está detrás de alguna manera del secuestro.

Según el ministro de Exteriores de Afganistán, la llegada de los 24 soldados, vestidos con ropa de camuflaje y dotados de moderno material, es algo que carece de significación especial, sino que forma parte de la rotación de tropas en el aeropuerto. "No significa que se esté planeando asaltar el avión", dijo Muttawakil, quien añadió que los secuestradores habían sido informados sobre este movimiento para evitar incidentes.

Misiles Stinger

Sin embargo, un carro de combate ha tomado posiciones dentro del aeropuerto y los soldados presentes en las instalaciones han sido dotados de armas antiaéreas. Dos soldados patrullaban ayer provistos de misiles Stinger (de fabricación estadounidense y entregados a las guerrillas afganas por el Gobierno de Ronald Reagan), lo que, para el ministro de Exteriores afgano, forma parte "de las medidas de seguridad normales".

Aunque se esforzó en realizar declaraciones tranquilizadoras, Muttawakil reiteró que sus soldados asaltarán sin dudarlo el avión en el momento en que tengan conocimiento de que los pasajeros están siendo maltratados por los secuestradores.

Además de los cuatro ciudadanos españoles, se encuentran a bordo del Airbus secuestrado nacionales de India, Nepal, Estados Unidos, Suiza, Francia, Japón, Canadá, Bélgica, Australia e Italia.

El Gobierno talib ha reiterado su impaciencia ante la lenta marcha de las negociaciones entre India y los secuestradores, y ha vuelto a expresar su deseo de que, si las conversaciones fracasan, el avión deje el país.

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