Crítica:TEATRO

El holgazán alegre

"El holgazán alegre" llama Salieri a Mozart en esta obrita de Pushkin, que se representa por primera vez en España. La fábula del trabajador, estudioso, minucioso, frente al incomprensible genio al que todo le sale sólo es anterior a esta obra (Hofbauer), pero quizá se popularizó con ella, de la que Rimski hizo una ópera en un acto. Y así ha seguido hasta nuestros días.La de Pushkin tiene, como es lógico, un bello texto poético; quizá Ángel Gutiérrez ha querido ser demasiado respetuoso con el lenguaje decimónonico al traducirla al castellano, y la deja arcaica y enfática, aunque fiel, y con es...

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"El holgazán alegre" llama Salieri a Mozart en esta obrita de Pushkin, que se representa por primera vez en España. La fábula del trabajador, estudioso, minucioso, frente al incomprensible genio al que todo le sale sólo es anterior a esta obra (Hofbauer), pero quizá se popularizó con ella, de la que Rimski hizo una ópera en un acto. Y así ha seguido hasta nuestros días.La de Pushkin tiene, como es lógico, un bello texto poético; quizá Ángel Gutiérrez ha querido ser demasiado respetuoso con el lenguaje decimónonico al traducirla al castellano, y la deja arcaica y enfática, aunque fiel, y con esa lentitud ha dirigido a los actores. Es extraordinaria la voz de Germán Estebas (Salieri).

El canto del cisne

De Chéjov, intérpretes José Luis Alcobendas y Florentino Martínez. Mozart y Salieri, de Pushkin, intérpretes Germán Estebas, José Luis Alcobendas. Violín, David Chicas o Mario Arqued. Piano, Alberto Martínez. Traducciones del ruso, escenografía y dirección, Ángel Gutiérrez. Teatro de Cámara de Madrid.

Previamente se representa una vez más el monólogo (acompañado) de Chéjov El canto del cisne: un anciano actor desesperado por la decadencia de la vejez (¡cincuenta y ocho años!).

Escrita para un gran actor que pueda interpretar las miniaturas de distintos papeles que recuerda, no resulta igual dicha con más modestia. Con todo ello, el trabajo de Ángel Gutiérrez, un niño ruso españolizado evacuado por la guerra, que aprendió muy bien el teatro en Moscú, es importante: mantiene siempre su teatrito, su compañía, sus alumnos, a pesar de todas las dificultades del teatro en Madrid.

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