Protesta de los ecologistas por los problemas de la planta de purines

VIENE DE LA PÁGINA 1 La organización ecologista Grup de Defensa del Ter (GDT) ha asegurado que los problemas de la planta de tratamiento de purines de Les Masies de Voltregà "no son más que una anécdota", pues aunque la instalación funcionase correctamente, no podría tratar más que una sexta parte de los purines sobrantes en Osona. Esta organización pide, desde hace años, que se limite el número de explotaciones porcinas en la comarca, puesto que en ella ya hay más de un millón de cerdos. No obstante, las administraciones locales de la comarca son poco partidarias de esta limitación, debido a ...

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VIENE DE LA PÁGINA 1 La organización ecologista Grup de Defensa del Ter (GDT) ha asegurado que los problemas de la planta de tratamiento de purines de Les Masies de Voltregà "no son más que una anécdota", pues aunque la instalación funcionase correctamente, no podría tratar más que una sexta parte de los purines sobrantes en Osona. Esta organización pide, desde hace años, que se limite el número de explotaciones porcinas en la comarca, puesto que en ella ya hay más de un millón de cerdos. No obstante, las administraciones locales de la comarca son poco partidarias de esta limitación, debido a que la industria alimentaria es el principal motor económico de la zona.

El problema fundamental que produce el excedente de purines es la contaminación de las aguas subterráneas. Un estudio encargado por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona hecho público el mes pasado aseguraba que el agua del 80% de los pozos y las fuentes de Osona está contaminada. La mayor parte de esta polución está formada por los nitratos (sales) que llevan los purines. Este tipo de contaminantes es de difícil eliminación y ya ha llegado a puntos de la comarca que distan varios kilómetros de cualquier granja porcina.

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Fuentes contaminadas

El número de fuentes contaminadas ha subido espectacularmente los últimos años. A ello ha contribuido, según el Grup de Defensa del Ter, que muchas granjas, además de contaminar el suelo y las aguas subterráneas, hacen captaciones y pozos ilegales para abastecer a sus animales. Muchos de estos pozos han visto menguado su caudal o, simplemente, han quedado totalmente secos. Con ello, la concentración de nitratos ha subido mucho en las zonas en donde aún queda agua.

Dos miembros de la junta del Grup de Defensa del Ter, Antoni Ballús y Pere Dot, confirmaron ayer que esta organización está considerando pedir al Gobierno que la comarca de Osona sea declarada zona catastrófica. "Si quedarse sin agua potable no es una catástrofe, ya nos dirán qué es", se quejan los miembros del GDT.

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Tanto el Consejo Comarcal de Osona como la empresa Guascor han pedido "calma" a los ganaderos y les han asegurado que el buen funcionamiento de la planta está asegurado. A pesar de ello, se han comprometido a tener informados permanentemente a sus usuarios sobre los nuevos problemas que puedan surgir.

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