Almodóvar reconoce sentir miedo ante el momento más importante de su carrera

Tras recibir el premio a la mejor película europea, el director español se encamina hacia el Oscar

ENVIADA ESPECIAL Pedro Almodóvar camina ya hacia el Oscar y él lo sabe y lo reconoce. El último escalón lo subió el sábado en Berlín cuando Todo sobre mi madre consiguió el premio a la mejor película europea de 1999. Aunque dice que no sabe como afrontar la campaña hacia el Oscar, reconoce que es "la primera vez" que se siente cerca "de conseguir este codiciado premio". Almodóvar confesó ayer en la capital alemana que tiene "miedo" de estar viviendo el momento profesional más importante de su vida. "Es como un abismo, se llega a la cima y se va descendiendo peldaño a peldaño".

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ENVIADA ESPECIAL Pedro Almodóvar camina ya hacia el Oscar y él lo sabe y lo reconoce. El último escalón lo subió el sábado en Berlín cuando Todo sobre mi madre consiguió el premio a la mejor película europea de 1999. Aunque dice que no sabe como afrontar la campaña hacia el Oscar, reconoce que es "la primera vez" que se siente cerca "de conseguir este codiciado premio". Almodóvar confesó ayer en la capital alemana que tiene "miedo" de estar viviendo el momento profesional más importante de su vida. "Es como un abismo, se llega a la cima y se va descendiendo peldaño a peldaño".

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En un encuentro celebrado ayer en Berlín con un grupo de periodistas españoles, horas antes de su regreso a Madrid, Pedro Almodóvar expresó su alegría, pero también confesó sus temores.El director expresó su satisfacción por los galardones conseguidos el día anterior por su película y por su actriz Cecilia Roth -"los premios europeos tienen valor y sentido",- y también por el cálido apoyo que le rodeó en la ceremonia -la música elegida para recibir y despedir a los invitados provenía de sus filmes- de entrega de los Premios de Cine Europeo. Luego vinieron las preocupaciones: "Cada premio es una nueva cuota hacia el abismo. ¿Será esto la cima?, me pregunto. Da mucho miedo empezar la cuesta abajo, tanto vital como profesionalmente". Y recordó a Fellini, que después de Amarcord no consiguió nada mejor -"temo que haya un ciclo natural que tiene que ver con la creación cuando el autor es muy joven"-, pero también le vino a la memoria el nombre de John Huston, que, en silla de ruedas y con una pila de años encima, rodó Dublineses. "Yo me veo como Huston", reconoció riéndose.

Música para dormir

No niega que se siente cerca del Oscar, pero es cauteloso. El camino hacia el galardón de Hollywood no ha hecho más que empezar y ya hay comparaciones con el italiano Roberto Benigni y su éxito el año pasado con La vida es bella. Todo se dilucidará el próximo 15 de febrero, cuando se hagan públicas las candidaturas. Lauren Bacall le ha enviado unas cintas de música para que pueda dormir mejor y, sobre todo, la potente distribuidora americana Sony Classics está empeñada en conseguir varias candidaturas para Todo sobre mi madre. Pero Almodóvar no sabe qué se puede hacer en una campaña, además de no estar dispuesto a imitar la paliza que se dio Benigni durante seis meses. "Geográfica y cronológicamente, Benigni y yo hemos seguido los mismos pasos, pero quizás sea todo una casualidad. No pienso hacer lo mismo que él. Él es un gran clown en el mejor sentido de la palabra, además de un actor supercómico, y estuvo durante seis meses haciendo una perfomance diaria en las televisiones. Yo no puedo hacer eso. Luego él me confesó en Italia que no lo volvería a hacer".

Pero Almodóvar ya tiene mucho terreno ganado. Todo sobre mi madre ha recogido las mejores críticas que ha tenido nunca el director español en Estados Unidos y ha sido ya estrenada en Nueva York y Los Ángeles, donde ha conseguido el mejor porcentaje de taquilla por pantallas abiertas. El próximo día 22, el filme se estrenará en 50 ciudades, y así progresivamente hasta enero, donde se alcanzarán las 225 copias. Si resulta candidata, se podrá llegar a las 400 copias, una cifra insólita en Estados Unidos si se compara con las 50 que alcanza un título europeo de éxito.

Todos estos datos rondan en la cabeza y el corazón de Almodóvar, aunque él vive en una mezcla de incertidumbre y esperanzas. "Nunca he tenido tan buenas críticas y nunca las tendré. Las circunstancias son muy positivas y creo que es la primera vez que estoy más cerca de conseguir este codiciado premio".

Pero al posible, o posibles, oscars le precederá otra decisión importante. La de qué película realizar. "No van a ser los oscars los que decidan la carrera de un director, tiene que haber otras razones", dice Almodóvar. En la mesa tiene dos proyectos, uno en inglés -Paper boy, inspirado en la novela de Peter Drexter, que rodaría en Florida y cuyo guión ya tiene terminado, con el que la United Artists quiere volver a sus orígenes e iniciar una división de cine independiente- y otro en español, Habla con ella, una historia propia que escribe en estos momentos, en la que un grupo de hombres habla frente a un grupo de mujeres que no abre la boca.

Habla con ella es, según Almodóvar, un filme muy duro, al que dará un tratamiento lírico, y en el que una de las dos mujeres de la película "tiene la cara y las tetas de Penélope".

Elija la que elija, sabe que lo tiene difícil. "Mi próxima película lo tiene jodido. Cuando se dan este tipo de fenómenos, se crea una especie de neblinas sobre la siguiente película. Me pasó con Átame (el filme que realizó después del éxito de Mujeres al borde un ataque de nervios), a la que no se la prestó la atención en su momento y ahora es de las "más valoradas". Pero que nadie se llame a engaño. Habrá riesgo, mucho riesgo en su próximo proyecto, sea cual sea.

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