Los Octubre honran a la Universidad, la lucha por la libertad y la defensa del catalán en Aragón

La 28ª edición de los Premis Octubre concluyó el sábado con una ceremonia de entrega de los galardones que, una vez más, añadió a su carácter literario la reivindicación de la cultura catalana y el reconocimiento a la labor de instituciones y personas. Así, el abogado Joan E. Garcés, promotor del juicio contra Pinochet, la Universidad de Valencia, que cumple 500 años, la de Lleida, con 200 años más, el Gobierno balear por haber alcanzado un pacto de progreso y el reciente Ejecutivo aragonés, por su defensa del catalán, fueron los protagonistas de una concurrida y tranquila cena.

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La 28ª edición de los Premis Octubre concluyó el sábado con una ceremonia de entrega de los galardones que, una vez más, añadió a su carácter literario la reivindicación de la cultura catalana y el reconocimiento a la labor de instituciones y personas. Así, el abogado Joan E. Garcés, promotor del juicio contra Pinochet, la Universidad de Valencia, que cumple 500 años, la de Lleida, con 200 años más, el Gobierno balear por haber alcanzado un pacto de progreso y el reciente Ejecutivo aragonés, por su defensa del catalán, fueron los protagonistas de una concurrida y tranquila cena.

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Amenizada por un grupo de jazz que sorprendió interpretando cadenciosas variaciones de la popular canción El tío Pep, la velada deparó momentos emocionantes, como el evidente esfuerzo realizado por el consejero aragonés de Obras Públicas, Javier Velasco, cuando leyó su discurso en catalán. El representante del reciente gobierno de coalición no nació en la franja aragonesa como su presidente, el socialista Marcel.lí Iglesias, pero aun así quiso participar en la fiesta en reconocimiento también de los 60.000 hablantes de catalán de la zona aragonesa que discurre desde la Ribagorça hasta Matarranya y que ahora, tras la aprobación de una ley -"en la que el PP se abstuvo", recordó Velasco-, verán respaldado el aprendizaje de su lengua natal (como los 30.000 hablantes de fabla aragonesa de los Pirineos). También resultó emocionante, a tenor de los cálidos aplausos, el homenaje tributado al abogado valenciano y antiguo asesor de Salvador Allende, Joan E. Garcés, quien fue parco en palabras e interpretó que el premio que recibió de manos del director de la revista El Temps, Jordi Fortuny, era para todos los comprometidos por "la libertad y la democracia". "Vale la pena luchar", concluyó Garcés.

Los ya clásicos presentadores de la gala, Toni Mestre y Maria Josep Poquet, dieron paso poco después a Jaume Porta, rector de la Universidad de Lleida, la más antigua de la Corona de Aragón. Precisamente, los representantes políticos de los territorios de la antigua Corona de Aragón estuvieron presentes en la cena organizada por la editorial Tres i Quatre y la Fundación Ausiàs March, a excepción de la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP. El presidente balear, Francesc Antich, encabezó la nutrida representación de las islas, el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals, la catalana, y Velasco, la aragonesa.

Habló el rector de la Universidad de Lleida de la estrecha relación entre la ciudad catalana y los valencianos, al margen del catalán occidental compartido. Recordó que Roderic Borja, el posterior Papa Calixto III, fue alumno de Lleida, y destacó la aportación de la Universidad de Valencia, rememorando el premio de ensayo sobre la universidad española que convocó hace 100 años y ganó Fernando Giner de los Ríos, padre de la Institución Libre de Enseñanza.

El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, subrayó que la institución que dirige es muy consciente de su "papel cívico y simbólico", además de su labor de transmisión de conocimientos. Insistió también en su deber de rebelarse contra las "tentativas uniformalizadoras" y recordó la lucha por alcanzar la autonomía universitaria.

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El músico Carles Santos fue el encargado de presentar al presidente balear, el socialista Francesc Antich, de 40 años, quien abundó en la idea de "profundizar" en la colaboración de las comunidades de ámbito lingüístico catalán, unidas no sólo por la cultura común, sino también por cuestiones "económicas y sociales". Por último apeló al "reencuentro de los pueblos hermanos".

Los parlamentos se realizaron con la sala de Alameda Palace de Valencia atestada de gente en una tranquila velada que parecía discurrir al ritmo del jazz.

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