Un tribunal de EE UU no ve delito en que la prensa investigue con cámaras ocultas

Un tribunal de apelaciones de EEUU ha dado la vuelta a una sentencia que multaba a la cadena de televisión ABC por haber grabado un reportaje con cámaras ocultas operadas por dos periodistas que utilizaron identidades falsas para emplearse como trabajadores en un supermercado. Las imágenes que grabaron revelaron las prácticas antihigiénicas del establecimiento, pero, en primera instancia, fueron condenados por fraude al margen de la veracidad de su información. Ahora un tribunal superior ha revocado esa condena, y por tanto la multa impuesta por el juez que vio anteriormente el caso.Dos report...

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Un tribunal de apelaciones de EEUU ha dado la vuelta a una sentencia que multaba a la cadena de televisión ABC por haber grabado un reportaje con cámaras ocultas operadas por dos periodistas que utilizaron identidades falsas para emplearse como trabajadores en un supermercado. Las imágenes que grabaron revelaron las prácticas antihigiénicas del establecimiento, pero, en primera instancia, fueron condenados por fraude al margen de la veracidad de su información. Ahora un tribunal superior ha revocado esa condena, y por tanto la multa impuesta por el juez que vio anteriormente el caso.Dos reporteros del programa Prime Time Live de la ABC, uno de los informativos de máxima audiencia en EEUU, usaron una identidad y unas referencias falsas para entrar a trabajar como dependientes en un supermercado de la cadena Food Lion, que tiene cientos de establecimientos repartidos por todo el país.

Como empleados, tuvieron acceso a las plantas en las que se preparaba la comida que luego se ponía a la venta. Mediante diminutas cámaras de vídeo ocultas entre su ropa grabaron 45 horas de imágenes que demostraban cómo sistemáticamente se cambiaba la fecha de caducidad de la carne para vender la que estaba caducada y se impregnaba con lejía el pescado caducado para hacerlo pasar por fresco. Los trabajadores del establecimiento también retiraban el pollo pasado de fecha, lo mezclaban con salsas y lo vendían como comida preparada con una nueva fecha de caducidad. Una secuencia incluso mostraba a un empleado que ponía a la venta una porción de queso mordisqueada por los ratones.

Denuncia inicial

Prime Time Live consiguió varios premios por la emisión de este reportaje, que provocó el derrumbe inmediato de las acciones de Food Lion en Wall Street. Sin embargo esta compañía presentó una demanda por fraude contra los informativos de la cadena y logró una primera condena favorable a sus intereses: un juez sentenció que la ABC tenía que indemnizar al establecimiento con 5,5 millones de dólares (850 millones de pesetas) por el fraude en la identidad de sus reporteros. La cadena de supermercados desmintió las prácticas denunciadas en el reportaje, pero, paradójicamente, no demandó a ABC por difamación.

Ahora, el tribunal de apelaciones anula la multa y establece que cada uno de los dos periodistas solo debe pagar un dólar (155 pesetas) a Food Lion por haber mentido para conseguir un trabajo en la empresa. El tribunal no fue unánime: uno de sus tres jueces emitió un voto favorable a la sentencia inicial que condenaba a la ABC. La sentencia final, favorable a la cadena de televisión, se adoptó con los votos de los otros dos magistrados, para los que ABC "tenía como único interés beneficiar al consumidor" al revelar las prácticas de Food Lion.

La decisión "es una victoria para la tradición estadounidense de periodismo de investigación", según David Westin, presidente de ABC News. Mientras tanto, Food Lion se muestra "decepcionada" por la nueva sentencia. Para expertos en derecho a la información, la decisión sienta un precedente que protege a los periodistas ante demandas similares, siempre que demuestren la veracidad de la información que logran con estos métodos.

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