Miró se acerca más a su "ángel guardián"

Per a David. Per a Emili. Algunos títulos de cuadros de Joan Miró (1893-1983) indican la cercanía de sus nietos mientras los pintaba en el taller proyectado por el arquitecto Josep Lluis Sert. Otro está dedicado a sus padres. Las 18 telas han sido creadas en Mallorca, han permanecido en la familia y ayer se mostraron como homenaje a la mujer del artista, Pilar Juncosa. Para el pintor fue su "ángel guardián". Para su única hija, Dolores, sigue siendo un personaje poco conocido "que prefirió vivir cerca de Joan y lejos de Miró". Para la ciudad de Palma de Mallorca hizo posible la fundación que l...

Per a David. Per a Emili. Algunos títulos de cuadros de Joan Miró (1893-1983) indican la cercanía de sus nietos mientras los pintaba en el taller proyectado por el arquitecto Josep Lluis Sert. Otro está dedicado a sus padres. Las 18 telas han sido creadas en Mallorca, han permanecido en la familia y ayer se mostraron como homenaje a la mujer del artista, Pilar Juncosa. Para el pintor fue su "ángel guardián". Para su única hija, Dolores, sigue siendo un personaje poco conocido "que prefirió vivir cerca de Joan y lejos de Miró". Para la ciudad de Palma de Mallorca hizo posible la fundación que lleva el nombre del matrimonio, tras la donación del pintor en 1981 para "el fomento y la difusión del conocimiento artístico".

La Fundación Pilar y Joan Miró de Palma ha esperado al Día del Pilar para inaugurar el primer homenaje a la mujer del pintor, Pilar Juncosa, quien tras la muerte de Miró puso en marcha este centro cultural vivo, donó los terrenos cercanos a sus talleres y vivienda y subastó una serie de obras para acometer la construcción del edificio proyectado por Rafael Moneo.Su nieto mayor, Emili Fernández Miró, de 41 años, declaró ayer que todos los cuadros han estado cerca de la familia, "con la suerte de ser además obras mayores". La mitad de las 18 obras expuestas están despositadas en la Fundación Miró de Barcelona y el resto también pertenece a la familia. Hay un cuadro, L"ampolla de vi, de 1924, pintado en Montroig, que dedicó a sus padres y más tarde Pilar Juncosa lo transmitió a su biznieta; otros tres están dedicados a los nietos y otro que donó a su hija Dolores. "Son una parte muy íntima de la familia".

Espacio Estrella

Para el director de la Fundación Miró, Aurelio Torrente, se trata de un "homenaje afectivo" preparado en los dos últimos años con una selección de cuadros fechados entre los años veinte y setenta, que se reúnen en Mallorca por primera vez tras exponerse algunos de ellos en la antológica del Grand Palais de París. El montaje de la exposición ocupa el Espacio Estrella, por la forma que adquiere esta parte del edificio de Rafael Moneo como particular homenaje del arquitecto.En otros ámbitos de la fundación se muestran actualmente grabados de un grupo de artistas de Edimburgo, hechos en los talleres donde trabajó Miró, y 50 dibujos del bailaor Vicente Escudero, amigo del pintor en París, sobre el baile flamenco, que Aurelio Torrente encontró entre los fondos de la fundación.

Las obras expuestas fueron realizadas en el taller Sert y en Son Boter, una posesión mallorquina del siglo XVII que fue comprada con un premio de la Fundación Guggenheim, edificios que se visitan en el entorno del nuevo edificio de Moneo, abierto en 1992.

El conjunto de jardines y estanques, donde se hunden los muros de hormigón visto blanco y sostienen en la azotea láminas de agua que se prolongan hasta el mar, sigue estando acosado desde los años sesenta y con nuevas construcciones de torres de 12 pisos.

Sobre los muros desnudos y superficies de alabastro se han colocado las 18 pinturas de diversas etapas creativas. Emili Fernández Miró describe las pinturas azules dedicadas a Emili y a David y señala que los personajes viven su fantasía en un universo de un enorme y optimista azul. "El azul es para Miró lo más universal, lo que todos los pueblos comparten. Es el vacío y la plenitud".

Con Calder y Picasso

A la exposición inaugurada ayer se han incorporado unas fotos del propio Miró y Pilar Juncosa, en su casa, en la boda en Palma, también un Día del Pilar, en compañía de Alexander Calder o de Picasso, que en cada encuentro le preguntaba si seguía con la misma mujer.La fundación quiere seguir siendo el centro vivo que pidió Miró, con la presencia de su obra, a la que se añaden en otras muestras la colaboración con sus amigos y descendientes, como los recientes montajes de cerámicas de Artigas, grabados de Barberá y tapices de Royo. También se mantienen las ediciones de sus premios y becas, como las que se entregaron ayer al proyecto de instalación de Jesús Palomino y Alberto Peral, que se hará en un espacio de la fundación, así como el presentado por Marina Núñez.