La construcción naval se dinamiza en la ría del Nervión tras varios años de cierres

No hace muchos años, buena parte de las noticias de los astilleros ubicados en la ría del Nervión hacian referencia a su cierre. Euskalduna primero, Celaya después, Ardeag más tarde y finalmente ARN. Por una u otra razón (competencia mundial, reestructuraciones, fusiones o mala gestión) la fabricación de barcos dejó de ser una referencia en uno de los ejes de la industrialización de Vizcaya. Sólo un gran astillero como La Naval de Sestao -gracias en una buena parte a estar bajo el paraguas público-, y uno mediano, Zamacona de Santurce, han conseguido aguantar el temporal de cierres. Ahora pare...

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No hace muchos años, buena parte de las noticias de los astilleros ubicados en la ría del Nervión hacian referencia a su cierre. Euskalduna primero, Celaya después, Ardeag más tarde y finalmente ARN. Por una u otra razón (competencia mundial, reestructuraciones, fusiones o mala gestión) la fabricación de barcos dejó de ser una referencia en uno de los ejes de la industrialización de Vizcaya. Sólo un gran astillero como La Naval de Sestao -gracias en una buena parte a estar bajo el paraguas público-, y uno mediano, Zamacona de Santurce, han conseguido aguantar el temporal de cierres. Ahora parece que el panorama, en lo que a Astilleros Reunidos del Nervión se refiere, puede cambiar, justo cinco años después de que se produjera su cierre definitivo. Su más que posible nuevo propietario, Bilbao Centro Naval, está controlado por los accionistas de Astilleros Murueta, una compañía ubicada en la reserva de la Biosfera del Urdaibai y que ha sabido buscar su nicho de mercado en un sector con una fuerte competencia como es el naval. Murueta se dedica a la construcción de atuneros y arrastreros congeladores y de mercantes de pequeño porte, principalmente. Astilleros Murueta conoce además bien la fábrica de ARN en Desierto-Erandio. En sus muelles ha terminado de armar alguno de los buques construidos en las instalaciones que tiene en Urdaibai, debido a la restricción que supone trabajar en una zona protegida para una actividad que requiere realizar dragados periódicos de mantenimiento para sacar los barcos por el canal de la ría. Si se hace con el control de ARN no cerrará, a pesar de las limitaciones del astillero, las gradas de Murueta, según han asegurado sus propietarios en varias ocasiones a los sindicatos y a todos los alcaldes de la zona.

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