Javier Tomeo publica la fábula gastronómica que ganó el Premio Sent Soví

Javier Tomeo (Quincena, Huesca, 1931) se convirtió el pasado marzo en el primer ganador del Premio Sent Soví de Literatura Gastronómica con La rebelión de los rábanos, que se publica ahora. Se trata de una novela corta, fórmula habitual en Tomeo, quien gusta de aplicar la economía de lenguaje. Es una fábula vegetariana que el autor califica de "libro sin pretensiones". Lo que ya no es tan corriente en la obra del escritor aragonés es la temática: "Siempre escribo libros sobre la soledad y la incomunicación. Pero con éste pude irme por los cerros de Úbeda".El libro -nada que ver con Rebelión en...

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Javier Tomeo (Quincena, Huesca, 1931) se convirtió el pasado marzo en el primer ganador del Premio Sent Soví de Literatura Gastronómica con La rebelión de los rábanos, que se publica ahora. Se trata de una novela corta, fórmula habitual en Tomeo, quien gusta de aplicar la economía de lenguaje. Es una fábula vegetariana que el autor califica de "libro sin pretensiones". Lo que ya no es tan corriente en la obra del escritor aragonés es la temática: "Siempre escribo libros sobre la soledad y la incomunicación. Pero con éste pude irme por los cerros de Úbeda".El libro -nada que ver con Rebelión en la granja, de Orwell, obra que Tomeo confiesa no haber leído- está escrito, según cuenta, "con cierta rapidez". Reproduce una hipotética conversación entre una comunidad de hortalizas que deciden constituirse en Estado independiente, y para ello intentan decidir qué receta les define mejor a todas ellas. Aunque el argumento pueda parecer, al primer vistazo, un simple divertimento, Tomeo ha ido un poco más allá y ha construido una alegoría antinacionalista: "Está de moda este afán de encontrar lo que nos separa", afirma.

Javier Tomeo, que no se considera a sí mismo un auténtico gastrónomo, ha ganado un millón de pesetas y una cena para dos personas en un restaurante, a elegir entre todos los del mundo. El escritor, a quien el Ayuntamiento de Zaragoza quiere aupar a la corona del Nobel de Literatura, no ha querido viajar lejos porque no le gustan los aviones y se ha quedado con el vasco Arzak.

El premio -convocado por Ediciones Destino, el grupo Freixenet y la cátedra Sent Soví de Alimentación y Cocina Mediterránea de la Universidad de Barcelona- cuenta también con dos finalistas a causa, dicen, del alud de originales que recibió el jurado. Entre sus miembros, los escritores Manuel Vázquez Montalbán, José Luis de Vilallonga y Narcís Comadira, y el editor de Destino, Andreu Teixidor.

Los finalistas son El condimento de París, de Antonio Hurtado y Blas López Checa, una novela de aventuras ambientada en la época del terror en la Revolución Francesa. Y un ensayo, Comer como Dios manda, de L. Jacinto García Gómez. La primera mezcla una serie de meditaciones sobre el sabor con la narración del descubrimiento de un condimento maravilloso que potencia el sabor de todos los alimentos. En la segunda, García Gómez repasa la relación de la gastronomía con las religiones que se practican en el arco mediterráneo, la musulmana, la judía y la cristiana.

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