Roma muestra las "vanguardias españolas" del siglo de Picasso

El nombre de Picasso llena el siglo XX, hasta el punto de oscurecer a toda una constelación de artistas españoles dignos de ocupar un puesto de excepción en los libros de arte. Artistas que llegan ahora al Museo Nacional de Arte Moderno de Roma bajo la sombra protectora del máximo genio del siglo XX, en una amplia exposición titulada Las vanguardias españolas: el siglo de Picasso en las colecciones del Reina Sofía. Se trata de una selección de obras de 16 artistas españoles llevada a cabo por Paloma Esteban y José Guirao, conservadora y director del Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid...

El nombre de Picasso llena el siglo XX, hasta el punto de oscurecer a toda una constelación de artistas españoles dignos de ocupar un puesto de excepción en los libros de arte. Artistas que llegan ahora al Museo Nacional de Arte Moderno de Roma bajo la sombra protectora del máximo genio del siglo XX, en una amplia exposición titulada Las vanguardias españolas: el siglo de Picasso en las colecciones del Reina Sofía. Se trata de una selección de obras de 16 artistas españoles llevada a cabo por Paloma Esteban y José Guirao, conservadora y director del Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid, que representan el 37% del total de la colección propia del museo. Los autores que reúne esta exposición, que permanecerá abierta hasta el 5 de septiembre, son todos extraordinariamente conocidos, pero hasta ahora han sido objeto sobre todo de exposiciones monográficas, sin que haya trascendido la visión nacional de conjunto que proyectan sobre el panorama artístico del siglo que termina.

La muestra arranca del Modernismo y finaliza en el estilo Informal, recorriendo desde el crudo imaginario figurativo de autores como Ignacio Zuloaga, con su Cristo de la sangre, fechado en 1911, hasta obras recientes de Antonio Saura, Manuel Millares y Antoni Tàpies. Cuadros de Juan Gris, como Les raisins, de 1916, y de María Blanchard, como Mujer con guitarra, dan al público italiano una perspectiva sobre la conexión de los españoles -al margen de Picasso- con el cubismo. La escultura de vanguardia está representada por un artista poderoso como Pablo Gargallo -con su obra Greta Garbo a la méche-, pero también por cuatro piezas pequeñas de Joan Miró. Autor del que se muestra también una selección de obras en lienzo y en papel absolutamente representativas de su arte. Salvador Dalí recupera su dimensión de dibujante y surrealista complejo con una breve muestra de su obra: Muchacha en la ventana, Gran Arlequín y Enigma sin fín. Pablo Picasso aporta al panorama de la exposición varios estudios para el Guernica y su Madre con niño muerto, de 1937.