CUMBRE DE RÍO

La UE, Mercosur y Chile se comprometen a crear sin plazo fijo un área de libre comercio

La Unión Europea (UE) y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) y Chile se comprometieron ayer a iniciar antes de fin de año un proceso negociador que culmine en la creación de una gran área de libre comercio de todos los sectores agrícolas, industriales y de servicios entre los dos bloques. De este modo, la primera cumbre entre la UE y los países de América Latina y el Caribe pudo levantar ayer el telón en Río de Janeiro con un resultado concreto; un éxito que, sobre el papel, deja satisfechos por igual a europeos y latinoamericanos.

La única fecha que figura en...

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La Unión Europea (UE) y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) y Chile se comprometieron ayer a iniciar antes de fin de año un proceso negociador que culmine en la creación de una gran área de libre comercio de todos los sectores agrícolas, industriales y de servicios entre los dos bloques. De este modo, la primera cumbre entre la UE y los países de América Latina y el Caribe pudo levantar ayer el telón en Río de Janeiro con un resultado concreto; un éxito que, sobre el papel, deja satisfechos por igual a europeos y latinoamericanos.

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La única fecha que figura en la declaración conjunta es la del inicio de las negociaciones, previsto para noviembre. La reunión UE-Mercosur y Chile aportó, en la práctica, el contenido a la cumbre que se inauguró en la tarde de ayer con la presencia de los jefes de Estado y de Gobierno de 48 naciones de los dos continentes. El anfitrión brasileño, Fernando Henrique Cardoso, dijo: "Hoy estamos preparados para tomar la decisión de lanzar negociaciones con vistas a liberalizar los intercambios comerciales". Es decir, se empiezan a sentar las bases para la creación de una gran zona de libre comercio que alberga a 500 millones de personas. Los firmantes de la declaración conjunta subrayan su decisión de "otorgar una renovada prioridad a sus relaciones en los ámbitos político, económico, comercial, cultural y de cooperación, con vistas a construir una colaboración más profunda y fructífera entre las dos comunidades, fundada en la democracia, el desarrollo sostenible y el crecimiento económico acompañado de justicia social".

Los 20 países tuvieron especial interés en subrayar que fue suscrita por aclamación, para evitar mostrar las divergencias que han acompañado los prolegómenos de la cumbre, que estuvieron a punto de dejarla con escaso contenido. Francia, el país que hasta última hora puso más reservas, dedicó parabienes al acuerdo con el Mercosur. "En contra de lo que he leído últimamente, reitero que Francia apoya sin reservas el inicio de estas negociaciones, porque corresponde a nuestra visión estratégica a largo plazo", dijo el presidente francés, Jacques Chirac. Y añadió que el mandato de negociación adoptado en el último Consejo de Luxemburgo es un texto ambicioso que no excluye ámbito alguno y que permite una buena sintonía con las negociaciones que desarrollará, en paralelo, la Organización Mundial del Comercio (OMC), y las que se llevan a cabo con vistas a la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El presidente del Gobierno, José María Aznar, reiteró el compromiso español para lograr el libre comercio entre Europa y América Latina, que, según dijo, responde a una necesidad de las dos partes. El ministro británico de Exteriores, Robin Cook, que hablaba en nombre de Tony Blair, el único jefe de Gobierno los Quince que no ha viajado a Río, dio su total apoyo a la negociación con el Mercosur y Chile -"seremos uno de los principales beneficiarios"-, y el primer ministro portugués, António Guterres, pidió la superación de "los pequeños intereses nacionales".

En el frente latinoamericano, los dirigentes del Mercosur pusieron sobre la mesa las desigualdades entre los dos bloques en la esfera comercial. Julio Sanguineti, presidente de Uruguay, se refirió al desequilibrio de la balanza comercial como una realidad, "fruto de la apertura unilateral del comercio que hemos hecho". Dio algunas cifras: desde la creación del Mercosur, las exportaciones de la UE han crecido un 20%, mientras que las importaciones apenas han aumentado un 2%. En la misma línea se pronunció el argentino Carlos Menem, que pidió "una libertad de comercio sin reservas", "una competencia leal de igual a igual" y un acceso a los mercados europeos similar al que ofrecen los latinoamericanos.

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El Mercosur es hoy el cuarto bloque comercial del planeta, detrás del Tratado de Libre Comercio entre EEUU, Canadá y México, la Unión Europea y el foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC). La reunión de ayer debatió los preparativos para una nueva ronda "global y equilibrada de negociaciones de comercio multilateral en la Organización Mundial de Comercio", para la que se ha fijado un plazo de tres años, lo que en realidad no significa mucho si se tiene en cuenta la prolongación de anteriores rondas.

El comunicado establece más fechas que la del inicio de las negociaciones, en noviembre, en contra de las pretensiones de Brasil, que, tal y como reconoció el presidente Cardoso, hubiera preferido fijar el año 2005 como tope para la culminación del proceso. Tampoco figura la fecha del comienzo de las negociaciones sobre barreras arancelarias, aunque existe el compromiso formal de julio de 2001, un año antes de lo que pretendía Francia.

El ministro español Abel Matutes restó importancia al hecho de que no se haya incluido esta fecha en el texto porque, según dijo, no es imprescindible reiterar que "las negociaciones continuarán en el 2001".

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