La UE acuerda una estrategia mínima sobre el cambio climático

Fuertes críticas de EEUU y Australia

La Unión Europea ha aprobado por fin una estrategia comunitaria mínima para afrontar el cambio climático. El compromiso alcanzado sobre la limitación del comercio de emisiones y la necesidad de impuestos sobre el consumo de energía, según lo previsto en el protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, fue criticado ayer duramente por Estados Unidos y Australia.

La Unión Europea se comprometió en Kioto a reducir en un 8% -sobre los niveles de 1990 y en el periodo entre los años 2008 y 2012- las emisiones de seis gases de efecto invernadero, entre ello...

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La Unión Europea ha aprobado por fin una estrategia comunitaria mínima para afrontar el cambio climático. El compromiso alcanzado sobre la limitación del comercio de emisiones y la necesidad de impuestos sobre el consumo de energía, según lo previsto en el protocolo de Kioto sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, fue criticado ayer duramente por Estados Unidos y Australia.

La Unión Europea se comprometió en Kioto a reducir en un 8% -sobre los niveles de 1990 y en el periodo entre los años 2008 y 2012- las emisiones de seis gases de efecto invernadero, entre ellos el dióxido de carbono. Para lograrlo existen los llamados mecanismos flexibles, cuyo uso no se limitó entonces. La semana pasada los Quince aceptaron, bajo la presión de la presidencia alemana, que la reducción de emisiones fuera real para cada país al menos en un 50%, mientras que el resto se podría lograr con la compraventa de derechos de emisión, uno de los mecanismos flexibles contemplados. Este acuerdo fue ratificado el lunes por los ministros de Medio Ambiente reunidos en Bruselas. Los países más contaminantes podrían utilizar este mecanismo para comprar a otros que no alcanzan su techo de emisiones, como Rusia, la parte de cuota que no utilizan. España, en principio, no se ve obligada a reducir sus emisiones por partir de una base baja.La comisaria de Medio Ambiente, Ritt Bjerregaard, presentará hoy el informe sobre la estrategia comunitaria, en el que se señalarán los impuestos sobre la energía como un objetivo urgente para lograr la reducción de emisiones. "La Comisión urge a los Gobiernos a adoptar su propuesta de directiva para un impuesto sobre la producción de energía", dice el borrador. "Esta propuesta es tanto más urgente dados los actuales y previstos bajos precios de la energía". Este impuesto lleva bloqueado desde hace dos años por la oposición de varios países, entre ellos España. La Comisión se refiere específicamente al impuesto sobre el carburante para aviación.

Crítica

Esta estrategia, considerada tibia por los activistas medioambientales, mereció ayer, sin embargo, una dura crítica del Gobierno de Estados Unidos, que se opondrá a la propuesta europea en una próxima reunión técnica en Bonn. "Restringir el comercio limita una de las herramientas más efectivas del arsenal mundial para combatir el calentamiento global", aseguró James Foley, portavoz adjunto del Departamento de Estado. Australia se sumó a esta crítica, que fue rechazada ayer mismo por Bjerregaard, quien aseguró que lo acordado por la UE se ajusta al compromiso de Kioto.

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